Como un verdadero guión televisivo pueden catalogarse las últimas horas que ha vivido el banco técnico de Unión San Felipe, ya que un lapso muy breve (20 días) la escuadra sanfelipeña ha tenido cuatro entrenadores.
La historia es conocida por todos, y tiene su inicio cuando fue cesado de su cargo el trasandino Christian Lovrincevich, quien fue reemplazado por algunos días por Omar Arcos. En la previa a las fiestas patrias, Arcos cedió su lugar a Darío Hernán Drudi, quien no alcanzó siquiera a sentarse en la banca, luego que el Inaf no lo reconociera como entrenador, al punto que no pudo dar ni siquiera el examen de convalidación de título, situación que obligó a la dirigencia de los sanfelipeños a buscar de forma urgente un reemplazante, y el hombre elegido fue Hernán Madrid, quien sin éxito el año pasado ya había dirigido a un Uní Uní que por ahora, por obligación, buscará comenzar a mejorar una campaña que ha ido decayendo de forma preocupante, porque de no mejorar comenzará a sentir la presión de los equipos como San Marcos o La Serena, los que en estos momentos ocupan los últimos lugares de la tabla del torneo.