- Calle El Convento ahora se llamaría ‘Calle Eugenio Duque’:
Un mar humano es el que se instauró durante las exequias del sacerdote Eugenio Duque, desarrolladas al filo del mediodía de ayer en la Iglesia San Antonio de Padua, en El Almendral. A la última cita llegaron miles de personas de todas partes de Chile, especialmente de nuestra misma comuna y desde Limache, de donde era originario Duque.
GRANDES TALENTOS
Fueron autoridades del más variado nivel eclesiástico las que se apersonaron en esta ocasión, puesto que Duque pertenecía a distintas cofradías religiosas, también su familia se hizo presente para despedir al cura, además de las más variadas Fuerzas Vivas de San Felipe, ya que el clérigo pudo en casi 20 años elaborar un positivo tejido social a base de amor y solidaridad para con sus semejantes.
«Yo creo que Eugenio tenía muchas cualidades humanas, nosotros los llamamos dones o carismas, un hombre multifacético, bondadoso, acogedor y sencillo, yo diría lúdico. Si bien es cierto que él pintaba y tocaba el piano, yo creo más bien que Eugenio sigue haciéndolo, él nos deja una gran cercanía de hermano, él tenía todo un arte para hablar, era muy profundo y muy piadoso», dijo Cristián Enrique Contreras Molina, obispo de San Felipe a Diario El Trabajo.
FAMILIA GOLPEADA
Hubo lágrimas, abrazos, poemas, lectura de solemnes discursos de las autoridades, instituciones y familiares del religioso. Nuestro medio habló con algunos familiares de Eugenio.
Ramón Duque, hermano: «Él fue muy bueno, él fue un hermano también con la gente, era muy querido y ayudaba a los más pobres». Wenceslao Duque, primo hermano: «Mi primo desde muy niño tenía el favor de Dios. Él era muy religioso, desde muy chico quería ser sacerdote. Siguió también el amor por tocar el piano, viajó por todo el mundo exponiendo su trabajo, en Europa su trabajo es muy conocido. Él no hablaba cinco idiomas, en realidad eran siete idiomas los que hablaba, a nombre de la Familia Duque estoy dando las gracias a todo Aconcagua, a la comunidad religiosa que le acogió durante tantos años, y a los sanfelipeños que hoy y siempre le demostraron su cariño».
LA GRAN SORPRESA
Pero la gran sorpresa en esta actividad fue la que minutos después de terminar la Misa, el alcalde Patricio Freire y la concejal Patricia Boffa, anunciaron que el Municipio ya estaría barajando la opción de cambiarle el nombre a Calle El Convento, para asignarle el del cura.
«Más allá de lamentar profundamente la irreparable pérdida de este querido sacerdote, hoy también queremos anunciar que tanto la concejal Patricia Boffa y yo, hemos acordado informar que llevaremos al Concejo el planteamiento de cambiarle el nombre a Calle El Convento, la que sería llamada ahora Calle Padre Eugenio Duque, una vez que lo aprobemos como Concejo», dijo Freire.
Roberto González Short
Mi más profundo pesar por la muerte del sacerdote Eugenio Duque Norero, en especial a su hermano Ramón Duque Norero y toda la familia a quienes conozco desde niña. Gran hombre de una humanidad ilimitada ,persona multifacética,artista. Siempre vivirá en mi recuerdo.