«Plan de Conurbación nos cayó como un balde de agua fría»

Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe.
Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe.
Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe.
Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe.
  • Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe, califica al Seremi de Transportes de ordinario y autoritario

Confusión y desinformación existe en el gremio de la locomoción colectiva menor de San Felipe, respecto de los alcances técnicos que tendría el plan de Conurbación que la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Transportes y Telecomunicaciones de Valparaíso, pretende implementar en el transporte público de las comunas de San Felipe, Santa María y Putaendo.
Así lo manifestó Elizabeth Reyes, presidenta de la Federación de Taxis-colectivos de San Felipe, quien se refirió a la reunión sostenida hace un par de semanas con el Seremi de Transportes de Valparaíso, Mauricio Candia, cita en la cual, -según dijo la dirigente- recién obtuvieron los primeros antecedentes formales de un proyecto piloto que se prepara entre cuatro paredes, sin consultar ni explicar a los gremios involucrados.
«Nunca sostuvimos reuniones de carácter técnicas, formales ni informales, para que nos explicaran este tema, ahí (en la reunión) nos llevamos la sorpresa que este es un proyecto que está siendo esbozado en un escritorio, en el cual, el seremi (Candía), pretende plantear un plan que ya se realiza en la costa de la V Región, en donde existe un cordón de una sola carretera que no permite distinguir cuando tú estás en una comuna u otra, sin embargo, en el caso nuestro, se trata de comunas rurales diseñadas con una cantidad de población distinta y cada una con un mecanismo de transporte urbano y rural», detalló Reyes.
Según reconoció la dirigente, la información cayó como «un balde de agua fría», tanto en las líneas de colectivos del sector urbano, como en los recorridos rurales de Putaendo y Santa María, puesto que, en un principio se suponía que la adhesión al plan de conurbación sería voluntaria, sin embargo, Candía habría dejado claro que una vez que se implemente el proyecto, éste sería de carácter obligatorio.
La imposición de la autoridad provocó rechazo absoluto desde la locomoción colectiva menor de las tres comunas, es más, Reyes señaló que el trato recibido por parte del seremi no fue el adecuado, asemejándose mucho a una orden dictatorial de otra época del país.
«Tanto la Federación como el Consejo Superior, estamos completamente de acuerdo en apoyar al gremio (…) si esto hubiera sido por otra vía quizás habríamos tenido mayor interacción, podríamos estar de acuerdo y quizás sería voluntario para algunas líneas, pero esto de la imposición como se daba en otros tiempos en Chile, creo que no nos acompaña y el ser altaneros tampoco, la autoridad está para representarnos y apoyarnos y aquí no se ha encontrado», planteó la gremialista.
«La verdad es que nos quedan muchos vacíos, el seremi no es una persona sociable ni afable, sí es ordinario, bastante, porque en esa reunión nos trató más como un cartel que como un gremio organizado, él no manejaba información que nosotros si tenemos respecto de nuestras frecuencias, cantidad de líneas, ni kilómetros que había entre el centro de una comuna y otro», describió Reyes.
De acuerdo a lo manifestado por la dirigente, existe desconocimiento absoluto respecto de algunas exigencias que impone la ley, como por ejemplo, quién asumirá el costo de cambiar de color los vehículos amarillos a negros, además de la necesidad que tienen los transportes urbanos de contar con un terminal propio, ¿cómo adquirirán las nuevas líneas urbanas un terreno que les permita cumplir con la legislación vigente?, se preguntan en los gremios de locomoción colectiva menor.
Respecto de las consecuencias prácticas que tendría la implementación de este plan de conurbación, Reyes fue tajante en declarar que «acá se produciría una mera competencia, ya que los colectivos rurales entrarían a hacer el mismo recorrido urbano», explicó, agregando que «lo que plantean los dirigentes de Santa María, por ejemplo, es que si ellos cobran 600 pesos desde esa comuna a San Felipe y acá vale 500 pesos el urbano, a ellos les conviene quedarse trabajando acá y no estar viajando a su comuna con un pasajero por 100 pesos más, es cosa de lógica», sostuvo Reyes.
Desde ese argumento, es que los dirigentes de la locomoción colectiva sienten que no se cumple con el objetivo final de implementar un nuevo mecanismo de trabajo para el transporte menor, el cual, debiera ser satisfacer de mejor forma las necesidades de transporte de la población, por el contrario, con la implementación del plan de conurbación, serán los usuarios de los sectores rurales los que eventualmente se verán más abandonados y con menos opciones de traslado.
Por último, Reyes aseguró que actualmentese encuentran revisando todas las instancias de carácter jurídico y coordinando reuniones con autoridades competentes en el tema para poder aclarar temas técnicos que les permitan salir de la confusión y desinformación existente hasta el momento y, posteriormente, cumplir con lo que estipule la ley, esperando que ésta considere la conveniencia económica de los empresarios del transporte y el beneficio final que presentará para los usuarios.

4 comentarios

  1. Solucion: Baja el urbano a 250 y todos felices. Ud. pone de manifiesto que el valor urbano ($500) no tiene ninguna proporcion con la cantidad de kilometros de desplazamiento ($600 Sta María). ¿Porque no permitir que entren mas actores para competir y así bajar el precio en beneficio del consumidor? ¿No es eso un cartel?.
    No busque solo la «conveniencia económica de los empresarios», sino, tal como Ud. dice, «el beneficio final para los usuarios»

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