PUTAENDO.- Tal cual se había venido anunciando desde hace varias semanas, el Viernes Santo en Rinconada de Silva se vivió con una intensidad espiritual de excelencia, el entorno natural es la perfecta y atractiva novedad que llena el espíritu de los miles de peregrinos de todo el Valle del Aconcagua, que se dan cita en el Santuario del Santo Cristo de Rinconada de Silva.

Desde las 06:30 horas de ese día, la Pastoral de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen motivó la Vía Dolorosa con sus catorces estaciones esculpidas por las manos del escultor alemán Peter Horn, quien con arte fue recreando cada momento de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

En forma simultánea en la explanada del santuario, se fueron concretando los detalles técnicos y de caracterización de los personajes bíblicos que dieron vida a la Vía Dolorosa al estilo de los mejores auto sacramentales europeos realizados en las grandes ciudades cristianas, vestuario de época y maquillaje adecuado para los 40 actores y actrices que interpretan los roles de Jesús, con el joven actor Elías Barra Cordero de la ciudad de Santiago; María la Madre de Jesús con la joven Carolina Tapia; María Magdalena con la Joven Camila Tapia; Verónica con la joven rinconadina Srta. Claudia Pino, quien acompañada de su madre como pueblo motivaron cada momento de la Pasión.

El Joven Andino Juan Francisco Sánchez con una danza bíblica extraordinario fue quien dio el punto de inicio de una presentación que con un audio e iluminación de excelencia marcaron uno de los momentos fuertes de esta propuesta.

El elenco fue integrado por los ladrones interpretados por Arturo Arancibia y Martín González Arancibia; los Soldados Juan Carlos Gallardo y Héctor Urbina, el Pueblo peregrino, Juan el Discípulo Amado interpretado por el Joven Santiaguino Alberto Díaz Maya, tramoyas Sr. Rogelio Pérez, digitalización del Audio a cargo de Germán Villarroel, filmaciones de Registro histórico a cargo del joven rinconadino Felipe Quiroz y la dirección del Sr. Oscar García Cárdenas, quien durante veintiocho años ha servido en forma generosa y con un compromiso con los creadores del auto sacramental, Padres Guido Bertolino y Hugo Cornelissen ya fallecidos, a la preservación de uno de los patrimonios religiosos y culturales de nuestro valle comunal.

Una experiencia de arte y fe que sin duda ha quedado en la retina de cada peregrino asistente, con una fuerza de vida espiritual, que convoca un ambiente de oración, en donde los textos bíblicos, las meditaciones de autoría de la obra misionera de la transfiguración y la selección de músicas motivacionales de selección, van marcando y despertando la emotividad de los peregrinos.

Patricio Gallardo M.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.