Vecinas de barrio Las Vizcachas San Esteban:
Nataly Cortez y Javiera Gallegos son vecinas y profesionales que pensando cumplir el anhelado sueño de la casa propia, decidieron que un lugar lindo para vivir sería el barrio Las Vizcachas de San Esteban, pero ese sueño, ese proyecto de vida poco a poco se ha ido derrumbando a causa de una plaga de termitas que se están literalmente comiendo sus viviendas. Pero lo peor aún es que desde la inmobiliaria no han recibido ninguna solución, sólo recomendaciones.
Esta situación es la que desean hacer pública estas vecinas, esperando que con esto tengan una solución o que más vecinos que pudieran estar con esta dificultad, la denuncien. Acá le dejamos su relato de esta verdadera pesadilla.
«Queremos contarles que compramos nuestras casas nuevas en mayo del año pasado, casas con segundo piso en un lugar bastante lindo, residencial, y en donde habíamos pensado que concretaríamos el sueño de nuestras vidas… la casa propia, la cual nos costó muchísimo tener. Con Javiera teníamos muchas ilusiones puestas acá, pero desafortunadamente en marzo de este año, sin haber cumplido ni siquiera un año, nos damos cuenta que nuestras casas tenían termitas subterráneas, esto porque comenzamos a percatarnos que por ejemplo en el acceso principal de la casa, los closet de los dormitorios, en el living, comedor, en los rodones en la parte de los guardapolvos, teníamos agujeros típicos de las termitas», señala Nataly.
Dice que asustadas recurrieron inmediatamente a la inmobiliaria llamada Inmovet Ltda., más conocida como ‘Convet’, para que ellos pudieran evaluar los daños y corroborar si efectivamente eran termitas: «Nos tramitaron durante todo el mes de marzo entre visitas inspectivas, y en el caso de Javiera hasta con el retiro de guardapolvos y rodones para evaluar el daño, y nos confirmaron que efectivamente estábamos ante la presencia de esta plaga en nuestras casas, pero pese a eso no nos dieron ninguna solución adecuada al tremendo daño que teníamos y que tenemos; nos persuadieron con que era algo superficial, fácil de solucionar y que la forma de arreglar esto era poniendo sobre la superficie dañada un líquido llamado anti termitas, que obviamente y claramente no sería ningún tipo de solución real al problema que tenemos», agrega la joven visiblemente afectada.
Señala que pasaron los días y entre trámites llegaron hasta el municipio para averiguar sobre esta situación y determinar qué se podía hacer, «pero no resolvimos nada y luego, a través de la misma jefa de atención al cliente de la inmobiliaria, ya cuando recurrimos a ella por esto, nos enteramos que la empresa externa fumigadora con la cual ellos trabajaron en estas construcciones, refiere que desde el año 2016 estos terrenos estaban infectados por termitas y que varias localidades de la Quinta Región tienen este problema, para que de alguna forma no reclamáramos por algo que para ellos es común en estos terrenos y que en realidad es parte de la Quinta Región, y que tenemos estas termitas en todo el país y no tenemos que preocuparnos porque es algo común, pero eso jamás se nos dijo al momento de comprar la casa, nunca nos dijeron que estos eran terrenos infectados, y tampoco teníamos nosotros como ciertas compradoras de estas casas, no teníamos que saber de antemano que estos eran terrenos infectados. O sea, si hubiéramos sabido, jamás hubiésemos comprado acá tampoco, nosotros compramos porque en realidad es un lugar lindo, porque cuando llegué y por su parte Javiera cuando llegó le gustó, y este era nuestro sueño, nuestra ilusión; hubiésemos sabido que tenía termitas realmente no hubiéramos comprado», manifiesta.
Además ella junto a su vecina Javiera, en el exterior de ambas casas hicieron cobertizos de madera junto a otros arreglos, donde con mucho esfuerzo invirtieron dinero: «Estamos tremendamente asustadas porque sabemos que esos cobertizos de madera terminarán siendo comidos por las termitas, sabemos que las termitas se comen la madera, sabemos que destruyen todo lo que sea madera, así como el plástico, el yeso cartón. En algún minuto debido al daño que éstas ocasionan, sabemos que terminarán fatigando el material y pueda resultar tremendamente peligroso. Nos preocupa porque cada día que pasa tenemos más focos de termitas en nuestra casa, tenemos daños en la tabiquería, en los muebles, en las murallas, en el techo, en fin, estamos realmente devastadas, nuestras casas debido a esto están además devaluadas económicamente sólo por el hecho de tener termitas, debemos ser honestas, muy honestas que esto realmente nos trajo tremendas pérdidas de tiempo. Nos ausentamos de nuestro trabajo para solucionar esto y la inmobiliaria no nos dio ningún tipo de respuesta a este problema, ninguna respuesta real, ninguna. Aún nos tiene con mucho dolor de cabeza, realmente estamos muy afectadas con Javiera y al día de hoy no hemos recibido ninguna respuesta a nuestro tremendo problema», dijo Nataly.
Ambas jóvenes también se mostraron preocupadas porque esta inmobiliaria Inmovet Ltda., está pronto a entregar una tercera etapa de casas; «en estos momentos están sin poder vender ni entregar porque debido a la demanda que pusimos y la medida precautoria de no venta, ellos no pueden hacer nada y aun así no quieren entregar soluciones y seguirán engañando a personas», indicó Nataly.
Llamamos a un teléfono de la vendedora para conocer alguna versión de la empresa, pero no nos contestaron.
Cada casa tiene un valor de 2.600 Unidades de Fomento aproximadamente. Para hacerse una idea, el valor de la UF hoy es igual a 28.684,10 pesos chilenos, por lo que el valor de las viviendas bordea los 75 millones de pesos.