Ruth González junto a su bebita. Pese a estar contagiada con el temible Covid-19, pudo tener un parto normal y amamantar a su hija desde el primer día, sin riesgos para la pequeña.Ruth González junto a su bebita. Pese a estar contagiada con el temible Covid-19, pudo tener un parto normal y amamantar a su hija desde el primer día, sin riesgos para la pequeña.
  • Ruth González vive en San Felipe y pese al temor, tuvo un parto normal y pudo amamantar a su bebé desde el primer día.

Todos tenemos temor de contagiarnos de coronavirus, pero si a ese miedo le sumamos un embarazo de término, la situación se complejiza al máximo. Justamente eso fue lo que vivió Ruth González, quien tras enterarse que estaba embarazada de su tercer hijo pensó que todo sería maravilloso, pero algo cambió. Más bien todo.

Desde un inicio hubo miedo. Su primer diagnóstico fue catastrófico: Placenta previa. Esto significaba que el embarazo no era viable. Luego le dijeron que su bebé tendría labio leporino. «Gracias a Dios nada de eso se cumplió. Tuve placenta previa, pero no afectó el proceso y lo otro fue solo un susto», aseguró la madre.

Superados esos miedos, todo comenzaba a mejorar, pero llegó la pandemia, el encierro y nuevamente los temores. Sus dos hijas dejaron de ir al colegio, pero su marido debió seguir trabajando día a día hasta que se contagió.

«Todo esto fue previo al parto, ya me acercaba a las 40 semanas y mi marido dio positivo. Junto a esto, una tía en Santiago falleció producto del Covid-19, así que fue atroz. Finalmente me tomé el examen y luego comencé con contracciones que me hicieron llamar a la ambulancia. Una vez en el Hospital me llega el  valde de agua fría de que estaba positiva y ese mismo día tuve el parto».

La atribulada madre cuenta que pese a todo, el proceso salió bien. «Fue un proceso más rapido al ser parto natural. Nació una hermosa bebé gracias al apoyo de todos los funcionarios del San Camilo, ella estuvo a mi lado todo el momento, pude hacer el apego y tomó pecho súper bien, hasta el día de hoy que no hay caso que lo suelte».

Desde el Hospital San Camilo aseguran que este es un ejemplo de cómo, pese a las complicaciones propias de esta pandemia, las madres pueden tener un parto normal y por sobre todo, practicar la lactancia materna exclusiva sin peligro para los bebés.

«Justamente, ahora estamos celebrando la Semana Mundial de la Lactancia Materna, en donde el caso de Ruth se transforma en un excelente ejemplo para todas las madres de que no hay nada más favorable para los recién nacidos que amamantar, incluso si están contagiadas, pues al contrario de lo que se pueda pensar, la leche materna no transmite el virus y entrega todo lo necesario para fortalecer a los menores», aconsejó Salomé Poblete, matrona supervisora del Servicio de Gíneco-Obstetricia del Hospital, de acuerdo a lo recomendado por la OMS y OPS.

Finalmente, Ruth aconseja a quienes puedan estar en su misma situación: «No tengan miedo de dar pechito a sus bebés, porque eso los protege. Confien en Dios, porque el virus no se contagia por la leche. Yo les puedo decir que hasta el día de hoy le doy de tomar pecho y ella ha estado muy bien, muy sana».

Ruth González junto a su bebita. Pese a estar contagiada con el temible Covid-19, pudo tener un parto normal y amamantar a su hija desde el primer día, sin riesgos para la pequeña.
Ruth González junto a su bebita. Pese a estar contagiada con el temible Covid-19, pudo tener un parto normal y amamantar a su hija desde el primer día, sin riesgos para la pequeña.