María José y su madre Fresia Soto con la foto de Álvaro, esperando se haga justicia.María José y su madre Fresia Soto con la foto de Álvaro, esperando se haga justicia.

Critican labor de fiscal a cargo del caso:

Mal lo siguen pasando los familiares de Álvaro Soto, asesinado el día 7 de diciembre en Encón, porque al margen de no encontrar consuelo ante la pérdida de un ser querido, tampoco logran encontrar justicia, apuntando directamente al actuar de la fiscalía local de San Felipe, particularmente del fiscal a cargo de este caso, Andrés Gallardo. Dicen que después de 8 meses los citó a una entrevista.

En conversación con nuestro medio, la madre, Fresia Soto, junto a su hija y hermana de la víctima, María José, nos relatan cómo han sido estos meses. Ésta última incluso nos aporta un dato nuevo, ella estaba de turno cuando mataron a su hermano, lo recibió el servicio de urgencia del Hospital San Camilo.

¿Cómo está señora Fresia?

– Muy mal, de verdad, porque quisiera que esto se sepa, lo único que quiero es justicia… justicia para mi hijo, quiero encontrar al culpable, quiero verlo tras las rejas que pague su crimen (dice llorando).

¿Cómo han sido estos meses?, hemos publicado algunas notas en el diario, en la radio, ¿qué ha pasado con la investigación, ha sido citada por el fiscal?

– Absolutamente nada, hace poquito, el viernes parece que se supo algo, porque mi hija que se entrevista con fiscales y todo, desde ese entonces que una vez mi hija y que fue con un subrogante, no era precisamente el fiscal que la atendió, y ahora pasado ocho meses recién tenemos noticias del fiscal, en consecuencia que yo he hecho todo lo posible, mi hija también. Mire los policías se han portado bien, para qué decir una cosa por otra, pero lo que yo quiero es que el fiscal… el fiscal que haga algo porque la verdad hasta ahora ni siquiera se ha dado el trabajo de leer la carpeta de mi hijo… yo lo sé porque él lo dijo.

¿Qué le dijo?

– Que no había leído, no la había visto, que la tenía que estudiar, tenía que verla. Yo sé que es complicado lo que está pasando en el país, pero tienen que hacer algo, tienen que moverse porque es un hijo, un hermano, un papá al que mataron.

¿Por qué cree usted señora Fresia que no se avanza en la investigación?

– La verdad que no sabría decirle quién está haciendo mal la pega, porque mire, en realidad alguien está haciendo mal la pega… no sé porque soy pobre, porque no tengo dinero como para pagarle a alguien para que investigue. Yo he escuchado cosas en estos dos, tres días, porque el señor era un empresario y porque yo soy pobre me ignoran.

¿Tiene esa sensación?

– Sí señor, sí, la verdad que sí. De primera era mucha la pena, que no me atreví a hablar, pero ahora esta pena se convirtió en rabia… mucha, mucha rabia con la justicia porque ellos no han hecho nada por mí.

DRAMA FAMILIAR

Todo lo anterior también fue compartido por su hija y hermana de la víctima, María José, quien corroboró recociendo que no hay avance: «Si bien es cierto el fiscal recién el viernes como decía mi mamá, después de 8 meses, recién el viernes tuvimos noticias del fiscal, después de 8 meses de investigación, después de 8 meses la policía haber hecho su pega, pucha día tras día investigando, haciendo diligencias, trabajando en conjunto ellos con nosotros, y recién después de 8 meses el fiscal toma contacto conmigo, que soy la persona que está a la cabeza de esto, y pucha recién el fiscal me dice tengo que investigar, tengo que revisar este dato que me está diciendo. ¿En serio?, después de 8 meses me dice ah voy a revisar, no lo puedo creer, de verdad que no lo puedo creer.

¿Qué fiscal es?

– Andrés Gallardo. Entonces lo encuentro insólito, inaudito, o sea mi mamá dice es por ser pobres, no sé, me queda la sensación de sentimientos encontrados con la justicia porque uno realmente lo que uno busca es realmente eso… justicia; o sea se cometió un crimen en contra de una persona, independiente de la circunstancia, mi hermano está muerto, yo sé que ni con toda la plata del mundo a mi hermano lo voy a revivir, pero quiero justicia por mi mamá, justicia por nosotros que somos sus hermanos, donde dejó un tremendo vacío, y justicia por mi sobrino, porque mi sobrino quedó a la deriva, quedó sin un padre, que si bien es cierto está al alero de nosotros como familia, nos preocupamos de que nada le falte, no es posible. El niño hace pocos días contó: «Soñé con mi papá y tengo muchas ganas de morirme mamá porque echo mucho de menos a mi papá y quiero abrazarlo», entonces díganme cómo le explicamos a un niño que está creciendo, que tiene recién 7 años, lo que es la muerte, como se le explica a un niño eso cuando ni siquiera uno como adulto termina de entenderlo, porque como señalaba mi mamá en un momento, si mi hermano hubiese tenido un accidente se hubiese matado, pucha en un accidente se cayó como haya sido, pero asesinado no es posible.

¿Ha servido mucho de contención a su madre?

– De todas maneras… de todas maneras, estamos ahí para ayudarla, para apoyarla, aunque uno de repente flaquea un poco, pero porque tiene que volver a la casa, cada cual tiene su vida, sus trabajos, proyectos, sus propios problemas, y pucha, estar ahí… es complicado.

ESTABA DE TURNO

María José, ¿podemos conversar cómo te enteras de la muerte de tu hermano?, que también viene siendo un poco traumático porque trabajas en el Hospital San Camilo.

-Yo trabajo en el Hospital, soy paramédico en el hospital San Camilo de San Felipe.

¿Qué pasó ese día?

– Ese día entramos a turno -7 de diciembre-, hacía dos semanas que yo me había cambiado de trabajo, llevaba dos semanas trabajando en el Hospital, le había contado al Álvaro (hermano asesinado), estaba súper contento, me dice: «Hermana, qué rico, me alegro, estoy feliz que estés creciendo -me dice- ‘tení’ que darle para adelante, estoy orgulloso hermana». Entonces son las palabras que a mí me quedan dando vuelta, cuando él me dice «estoy orgulloso de ti hermana, algún día voy a llegar allá a verte», pero jamás esperé que llegara en la condición que llegó.

¿Cómo llegó, estaba de turno?

– Ese día yo estaba de turno, de hecho no era mi turno, era el turno de un compañero que no pudo asistir y me pidió que lo hiciera, y llegué ahí, por alguna razón Dios me puso ahí en ese momento. Cuando yo llego recibo el turno a las ocho y media de la tarde, sale la ambulancia del Hospital, el M-2 que es el móvil avanzado, y una colega dice: «Mmm, no va a ser un buen turno, porque cuando el Samu sale temprano no es bueno el turno»… (Toma aire) Llega el Samu, llega el paciente, señalan las condiciones en que viene, preparamos la sala de reanimación, llega el paciente ingresa a la sala de reanimación, todos con sus equipos y lo cambiamos de la camilla del Samu a la camilla nuestra, a lo cual yo le tomo los pies y el resto de mis compañeros lo toman de arriba porque venía monitorizado entero, venía lleno de cables, de parches, de cosas, venía parchado entero, y resulta cuando lo tomo yo de los pies, lo cambio a la camilla, le quito los zapatos, personal del SAMU lo entrega y a través de los datos yo escucho el nombre y me doy cuenta quién es, pero en shock, atónita, recuerdo que le digo a la niña ¿cómo dijiste que se llama?, y me lo vuelve a nombrar. Hago a un lado a la gente y una colega me dice: «María José, si lo ‘conocí’ dinos ‘altiro’». Voy reconozco primero sus brazos, porque tenía muchos tatuajes, veo el nombre de mi sobrina en el brazo, el tatuaje de la Universidad de Chile, mi hermano era hincha de la Chile, y al otro lado el rosario donde estaban los nombres de mi mamá y el de nosotros. Tomo al doctor del pecho y le digo… «doctor, este niño es mi hermano… ayúdeme, este niño es mi hermano»… Miré sus ojos y sus ojos ya estaban perdidos, ahí el médico me saca de la sala de reanimación y me dice: «Tú no puedes estar acá», y me sacaron de ahí un compañero, le agradezco mucho a mi compañero Camilo que me cuidó, en todo momento me contuvo, que no me desmayara, que no me pasara nada, y finalmente cuando se le hicieron los restos de exámenes a mi hermano Álvaro, habló el médico, el neurocirujano, me dice: «No hay nada que hacer ‘mijita’… por la gravedad de las lesiones tu hermano está fuera del alcance quirúrgico, es inminente tu hermano va a fallecer en cosa de horas o fallece mañana en la mañana, pero tu hermano no va a sobrevivir», lo que fue para mí avisarle a mis hermanos, a mí mamá, yo continué igual afuera, me dijeron que siguiera trabajando, no administré tratamiento, pero hice la contención de los pacientes, porque todos estaban alborotados, porque gritos iba y venían, entonces no, tranquilidad, es un paciente grave, en ningún momento dije que el paciente que estaba en reanimación es mi hermano, traté de llevarlo de la mejor manera, lo más profesional posible, pero no hay Universidad, ramo, no hay profesor y carrera que te prepare en la vida para un momento así… nada te prepara para eso.

Al finalizar vuelve a reiterar su petición de justicia porque han sido meses de dolor, de ver a su madre mal, a sus hermanos, al hijo.

DESTACAN LABOR

Destacan el comportamiento del comisario jefe de la BH, Marcelo Lazen, que se ha portado un siete con ellos. Le pidieron que la avisara cualquier novedad en el momento que sea, «es el pacto que tenemos con la Policía de Investigaciones, no importa la hora», indicó María José.

Compara su caso con el del empresario Alejandro Correa asesinado en Concón, donde ya hay personas detenidas.

Nuestro medio se comunicó con Comunicaciones de la Fiscalía Regional, donde nos señalaron que el fiscal ha trabajado varios meses en el caso.

María José y su madre Fresia Soto con la foto de Álvaro, esperando se haga justicia.
María José y su madre Fresia Soto con la foto de Álvaro, esperando se haga justicia.