María Gutiérrez en su lugar de trabajo ubicado en la intersección de Coimas con Prat en San Felipe.María Gutiérrez en su lugar de trabajo ubicado en la intersección de Coimas con Prat en San Felipe.

¡Indigno atentado a comerciante ambulante!:

Ni las personas ciegas se salvan de la delincuencia. ¿Por qué decimos esto?, porque María Gutiérrez, una mujer ciega que trabaja en la esquina de Prat con Coimas vendiendo pan o a veces humitas para poder subsistir, fue víctima de robo.

Según ella esto le ocurrió el miércoles luego de ir a comprar a una importadora de artículos chinos ubicada en Prat, donde anteriormente funcionaba la tienda ABCDin. Ahí un hombre que la ayudó a cruzar la calle le habría robado su celular que tenía habilitado especialmente para personas ciegas. Se trata de un celular que tuvo un costo para ella de 120 mil pesos, marca Motorola. Como consecuencia de este hecho quedó sin poder comunicarse con familiares y amigos, temiendo en caso de emergencia no poder avisar a nadie.

Según indicó, “ayer (miércoles) cuando fui a comprar a los chinos que están donde estaba Din, salí de ahí cuando llego a ‘La Parcela’ me di cuenta que no tenía el celular. Me devolví, la niña me dice que lo traía en la mochila cuando salí y la otra niña que me cruzó cerca del Kiko dice que ya no lo tenía. Yo creo que fue el caballero que me cruzó la calle porque me tomó por detrás con la mochila, ahí le dije ‘no, no me tome por detrás’, dijo ‘¡ah! disculpe’. Yo creo que ahí me sacó el celular”.

¿Qué celular es?

– Es un Motorola que habla, lo que pasa es que como yo soy ciega lo tengo capacitado para que hable.

¿O sea emite el sonido de todos los números?

– Claro, todos estos teléfonos tienen una aplicación que se llama ‘TalkBack’ y el teléfono empieza a hablar.

¿Usted señora María llamó al teléfono y está apagado?

– Sí, estaba apagado, lo apagaron inmediatamente. La niña de la tienda que me echó las cosas también ella llamó, llamó y no. Mandó un WhatsApp explicando que era una persona discapacitada visual y que yo necesitaba el teléfono, pero no contestaron nada, nada, ni una cosa.

¿Qué le parece?

– Me da igual pena porque a uno le cuesta trabajar. Yo trabajo todos los días para poder tener mis cositas, no me visto bien, pero voy comprando cositas para andar bien vestida y tener las comodidades. Eso no es un lujo, es una necesidad el teléfono, porque imagínese yo vivo sola, imagínese, no sé, que me caiga, ¿a quién llamo?.

Lamentablemente se quedó sin teléfono.

– Sí, estoy sin teléfono y más encima ahora me van a llamar porque fui reconocida por el día de la mujer y ¿cómo les voy a contestar? a la señorita (dentro del drama que vive lanza una carcajada).

¿Qué le dijeron, fue a la compañía o fue a algún otro lado?

– No, no, que si uno no saca nada con hacer la denuncia ¿Qué saca?, ¿qué hacen los Carabineros?, no.

¿Usted piensa que fue el caballero que le ayudó a cruzar?

– Sí, porque la niña dice que cuando me echó las cosas en la mochila estaba el teléfono, y de ahí yo salí hasta la esquina, hasta Traslaviña, es un pedazo donde está Falabella, una farmacia y unas tiendas en la esquina, y de ahí me cruzan para allá y después llego un poco más abajo de la panadería, me cruzaron unas señoritas y después me encontré con ellas, me preguntaron qué me había pasado, les dije que se me perdió el teléfono, ‘pero cuando nosotras la cruzamos no se le veía ningún teléfono’ (le manifestaron).

María Gutiérrez en su lugar de trabajo ubicado en la intersección de Coimas con Prat en San Felipe.
María Gutiérrez en su lugar de trabajo ubicado en la intersección de Coimas con Prat en San Felipe.