Industrialinos donan la trituradora que necesitaban:
Desde hace casi dos años, poco o nada es lo que hemos podido reportear como medio de comunicación local de la Escuela Agrícola de San Felipe, ya que con el estallido social y la pandemia, las actividades abiertas al público han sido pocas, sin embargo y para motivación de dicha casa estudiantil, hoy jueves queremos compartir con nuestros lectores el proyecto de dos alumnas de cuarto año y su profesora de Artes Visuales y Educación Tecnológica, Joselyn Villarroel, quienes idearon montar un sistema de reciclaje de cáscara de nuez para la agricultura y jardinería en el Valle de Aconcagua.
ELLAS INNOVANDO
Según pudo constatar Diario El Trabajo, este proyecto no se habría podido poner en marcha sin el apoyo de los alumnos de Mecánica Industrial y Construcciones Metálicas del Liceo Bicentenario Industrial ‘Guillermo Richards Cuevas’, quienes se dieron a la tarea de diseñar, ensamblar y poner a funcionar una trituradora de cáscara de nuez a la medida de lo que estas alumnas de la Agrícola necesitaban, y lo lograron.
«Es un proyecto que nosotros postulamos (Nosus) que significa sustrato de nogal o sustrato de nuez, a la Universidad Católica para que no se nos asesorara como proyecto de emprendimiento e innovación. Nosotros necesitábamos principalmente una trituradora para quebrar la cáscara de nuez en su totalidad, y nosotros la cotizamos en más de un millón y medio. En el fondo salía un poco cara para el proyecto que estábamos postulando, y el dinero que nos dio la Universidad Católica no era suficiente, entonces empezó la gestión para poder conseguir esta chipeadora, pese a que tenemos un molino en la Escuela Agrícola, éste saca pura harinilla, es muy chiquitito el sustrato. Entonces necesitábamos una máquina que nos triturara la nuez sin molerla, fue ahí cuando empezamos a conversar con don Agustín Muriel (Industrial), a ver las gestiones, y se había presentado una máquina para molienda de latas a Codelco, entonces ésta se recicló y modificó para las necesidades de nuestro proyecto, fue calibrada y montada en su estructura, y este miércoles nos la entregaron ya funcionando, por lo que estamos como Escuela Agrícola muy agradecidos con la Escuela Industrial», dijo Villarroel.
– ¿Para qué se usa este sustrato de nuez principalmente?
– Este proyecto tiene que ver con la crisis ambiental que pasa aquí en Aconcagua y que viene a solucionar, por ejemplo, el tema con la escasez hídrica, lo que hace este sustrato es cómo mantener la humedad de las plantas, el agua no se evapora tan rápido, los suelos permanecen más tiempo hidratados, por más días; también se usa en jardinería. Venderemos sacos de 5, 7 ó más kilos, el precio es relativamente bajo, la materia prima la recolectamos de los fundos donde quiebran nuez acá en el valle.
MANOS A LA OBRA
Diario El Trabajo también habló con Ramón Amar, jefe de la especialidad Ingeniería Industrial en dicho liceo industrial: «Siempre en el área de producción y desarrollo hemos articulado con varias empresas la creación de máquinas para este tipo de proyectos de innovación, y este proyecto nació como en 2017 con un tiesto necesario para Andina para la molienda de latas. El proyecto se desarrolló, se creó y se fabricó y fue aprobado, y se armó como corresponde. Ahí las máquinas siempre teníamos como varias máquinas más en exhibición (…) la máquina se desarmó, se adaptó, se modificó y se creó para picar cáscara de nuez, tal como ellas la necesitaban, y este miércoles se la estamos entregando perfectamente funcionando, sin algún costo para ellas», indicó el profesional.
Quienes quieran probar este tipo de fórmula orgánica para su jardín, patios o proyectos agrícolas, podrán consultar en la Escuela Agrícola de San Felipe.
Roberto González Short