La familia de Marcia Gómez se preparaba como todos los días a primera hora para salir a trabajar cuando su esposo se da cuenta que el ventanal que nunca abren, esta vez estaba abierto, atinando sólo a decir: «Nos entraron a robar». Así fue porque al efectuar una revisión, faltaban tarjetas, una cartera tipo mochila con dinero en efectivo, herramientas. Todo avaluado en aproximadamente un millón de pesos.
– Señora Marcía, víctima de la delincuencia, ¿qué fue lo que le sucedió?
– En el transcurso de la mañana (lunes) estábamos preparándonos para salir, tienen que haber sido como las ocho de la mañana, minutos antes, y la verdad que desde el interior no se notaba, porque como estaba un árbol de navidad grande, más las cortinas gruesas corridas, entonces hacía efecto sombra hacia el living, y mi esposo desde afuera, antes de sacar el auto, dijo: «Qué extraño, la reja estaba abierta hasta atrás», y el ventanal principal estaba abierto también hasta la mitad, y me dice: «Nos entraron a robar», porque es un ventanal que nosotros mantenemos siempre cerrado, no es un ventanal que se abra constantemente, a nosotros nos cuesta abrirlo, y producto que no entre polvo, qué sé yo, típico de las dueñas de casa, nosotros no abrimos ese ventanal. Y estaba abierto hasta la mitad y yo tengo unos adornos de navidad por el antejardín, un pesebre y estaban todo estos monitos dado vuelta y digo «¿cómo entraron si no se llevaron nada?» hasta ese momento, y empezamos él a revisar porque tiene una pequeña bodega de material en el antejardín, y claro ahí se empezó a percatar que le faltaban herramientas, después unos rut de las niñas que habían quedado encima del comedor y bueno, nosotros de primera no le habíamos tomado importancia mayormente, salvo que habíamos sido víctima de la delincuencia y obviamente que alguien había entrado a nuestra casa y se había paseado por nuestro living, comedor y nosotros en absoluta vulnerabilidad, durmiendo, y ahí es cuando yo voy a salir y no encuentro mi cartera como de costumbre, que es una cartera tipo mochila, y obviamente la habían sustraído con toda la documentación, por lo tanto tuve que bloquear mi carné de identidad, había plata en efectivo, las tarjetas de débito, crédito también, había otra tarjeta con los nombres y Rut de mis hijas y fue chocante porque después se desprende de alguien que te conoce y tú no sabes quién es la persona que te conoce finalmente. También tenía fotografías, tuvimos que ir a dar cuenta a Carabineros de ahí se pasa a fiscalía.
Nos cuenta que hay una cámara en el antejardín de la cual cortaron los cables; «Hay algo muy raro porque yo no sé si estas personas utilizarán otro tipo de elementos, porque nosotros desde anoche (domingo) que estábamos con problemas de Wifi, entonces la camarita te graba, entonces tampoco están los registros de anoche porque desde ayer nosotros estábamos con problemas de wifi», dice.
– ¿O sea podría pensarse que los tipos ya estaban haciendo algo como para poder entrar a robar?
– Sí.
– Y que quedaran indefensos ustedes.
– Exactamente, nosotros siempre pensamos que acá en ese sector, era muy seguro porque yo vivo acá en la avenida Bernardo Cruz, en el Barrio Miraflores prácticamente en las casas que están al lado de los condominios, al final. En los condominios hay cámaras en los estacionamientos que dan hacia los domicilios. También pensamos que no iban a entrar nunca porque se iban a sentir como atemorizados de estar siendo grabados, pero no, lamentablemente no fue así y lamentablemente como hoy en día al parecer estamos viviendo en un mundo al revés, donde los delincuentes al parecer tienen muchos más derechos que las personas que trabajamos diariamente, arduamente por adquirir las cosas. Prácticamente hoy en día nosotros agradecemos que a nosotros no nos haya pasado nada. De hecho mi hija menor tiene 18 años y dos duermen en sus dormitorios, pero encerrada, con pestillos las puertas, pero mi hija de 18… no, tenía la puerta abierta y ella es la que dice que sintió, sintió ese forcejeo en el ventanal pasadas las cuatro de la mañana, pero nosotros siempre la habíamos como instruido si sentía algo mejor que se quedaran quietas para no toparse con alguien y que estas personas podrían actuar violentamente. De hecho afortunadamente eso hizo mi hija de 18, Piera, porque afortunadamente la reja… evidencia en la reja que está raspada, utilizaron algún elemento fuerte de fierro como para hacer palanca, eso mismo que utilizaron en el ventanal, pero claro, a lo mejor el tema del robo si uno lo evalúa, a lo mejor en cantidad no fue mucho, pero sí es la vulnerabilidad porque uno dice ¿qué me espera esta noche, duermo o no duermo?, o sea ya no puedo dormir tranquila, alguien me conoce, yo no los conozco a ellos, entonces es un tema complicado.
– A propósito de eso mismo, un avalúo total más o menos.
– Yo pienso que así como un valor monetario creo que un millón de pesos más o menos.
– ¿En especies?
– Sí, porque justo yo había pasado al cajero el día de ayer (domingo) y había sacado dinero en efectivo, 200 mil pesos, que yo dije «no vaya a ser cosa que el último día no vaya a haber cajero para el 31, con esto del feriado bancario». Pretendíamos viajar, no pasar el año nuevo acá, por eso quería andar con circulante, pero claro, todo eso se ve mermado por esta situación.
– ¿Qué van a hacer ahora, dormir con un ojo abierto y el otro cerrado?
– Claro, de hecho ahora en la casa no está mi esposo porque tuvo que salir a comprar otros materiales para reforzar las ventanas. Finalmente es lo que se quejan muchos vecinos, hoy día que es el tema de que las personas digamos que trabajamos, las personas que nos levantamos todos los días, que nos esforzamos por tener nuestras cosas, que queremos vivir bien, somos los que terminamos encerrados por este tema de derechos que más encima nosotros mismos pagamos porque a través de nuestros impuestos, los antisociales tienen su comida diaria, su protección diaria, llevan todo el tema de oftalmología, todos los médicos los tienen ahí a mano, con una serie de programas que al final financiamos todos nosotros, entonces es como paradójica toda esta situación.
Ella espera que su testimonio sirva también para los vecinos: «porque yo la verdad a lo mejor hasta un cierto tiempo lo veía lejano esto, que no me iba a pasar a mí, como que le iba a pasar a otras personas, en otros barrios… No, estamos todos siendo víctimas de la delincuencia, sintiéndonos vulnerados y lo único hasta el momento afortunadamente agradezco a Dios que nosotros estábamos acá, pero no sé si fue suerte de que nadie se levantó y afortunadamente nadie se enfrentó con ellos, porque ya andaban con herramientas, porque hicieron palancas en el ventanal y en la puerta de acceso, de hecho dejaron todo abierto», dice.
– ¿Cuántos delincuentes piensa usted que fueron?
– Yo pienso que debe haber sido una persona… dos personas, pienso yo, y que teniendo de estas luces Led que se prenden, adentro de la casa también había luz porque mi esposo deja en el pasillo un foco prendido en el pasillo, otro foco prendido, y tampoco tuvieron reparos de decir: «oye esta casa tiene luz». No nada, nada.
Señalar que en forma interna la víctima nos envía un mensaje señalando que revisadas las cámaras del condominio, ubicadas diagonalmente en el estacionamiento, se pude ver a dos sujetos que entraron dos veces: «Intentaron abrir el vehículo y al no conseguirlo, porque tiene otro tipo de seguridad, se van y a los cuatro minutos vuelven y es allí que traen un elemento y logran abrir el ventanal e ingresar al interior, la verdad que después de ver las imágenes quedé en shock, no corren, no caminan rápido, con total liviandad, con todo su tiempo… lamentablemente», dice Marcia.