- Aseguran que no han sido despedidos, no han sido finiquitados, no les han pagado sus sueldos, ni les han pagado sus cotizaciones, y sin embargo su abogado les dice que no pueden demandar porque se vencieron los plazos.-
Una situación bastante compleja y hasta incomprensible es la que están atravesando cinco extrabajadores del Club Árabe de San Felipe, pues, según aseguran, no han sido despedidos, no han sido finiquitados, no les han pagado sus sueldos, ni les han pagado sus cotizaciones, y sin embargo su abogado les dice que no pueden demandar porque se vencieron los plazos.
Así lo señaló Elizabeth López, vocera de los extrabajadores que desean hacer pública esta situación que están viviendo y que no comprenden, pues sienten que sus derechos han sido vulnerados y ningún organismo público ha sido capaz de impedir ese atropello.
Según explicó Elizabeth López, «somos cinco trabajadores que estamos luchando por esta causa que al final se nos han cerrado todas las puertas, hemos ido a la Inspección (del Trabajo) desde el día uno, contratamos un abogado particular y tampoco hemos encontrado respuesta».
López fue bastante crítica sobre el desempeño profesional de su abogado, expresando serias sospechas sobre su conducta ética, pues a su juicio el profesional permitió «que se nos venciera el plazo y cuando ya empezamos a movernos nosotros ya era tarde».
– Elizabeth, si pudiera darle contexto a esta conversación, porque tenemos entendido que usted quiere hacer una denuncia pública contra sus exempleadores.
– Nosotros somos cinco compañeros que éramos trabajadores del Club Centro Árabe. Desde hace 15 años que mis compañeros estaban trabajando, dos llevan 15 años, yo llevo 10 y mis otras dos compañeras llevan cinco cada una, en total somos cinco. Con el asunto de la pandemia, el concesionario que estaba a cargo de Centro Árabe, Gonzalo Sabaj, cerró. Empezamos a recibir los pagos del fondo de trabajadores desde AFC, cuando se suspendieron estos pagos, que fue en octubre del año pasado, el club no abrió; nosotros nos presentamos a trabajar, fuimos a hacer las constancias a la Inspección (del Trabajo) de que nos habíamos presentado a trabajar y no habían abierto, no había lugar de trabajo donde ir a trabajar. Desde esa fecha que nuestro empleador no da señales, no nos ha dado finiquito y por ende no ha pagado nuestro dinero que nos corresponde por años de servicio. Entonces es nuestra lucha de poder recibir algo que nos corresponde a nosotros, es algo súper ilógico que estemos luchando y llevamos desde octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y estamos en abril, luchando por un dinero que es de nosotros, que nos corresponde. Estas personas… no sé.
– ¿Quiénes eran sus exempleadores?
– Mi contrato en sí dice Gonzalo Sabaj, pero el último año la persona que estaba a cargo era el hermano, Marcelo Sabaj. Ellos hicieron un enredo el último año, no sé si estos caballeros sabían que se venía esta cosa fea de la pandemia.
– ¿Ustedes han vuelto a conversar con ellos para buscar una solución o alguna explicación que les hayan dado ellos?
– El otro día yo me topé con Gonzalo y le hice el comentario, él se encogió de hombros y me dijo: «Yo ya no tengo nada que ver con eso», siendo que mi contrato dice Gonzalo Sabaj. Entonces que se limpie las manos así tan fácilmente. Y el otro individuo, Marcelo, yo lo llamé cuando ya me presenté a trabajar, que fue los primeros tres días, hice la constancia en la Inspección y lo llamé por teléfono, me costó que contestara, pero al final me contestó y le dije ‘qué pasa con el trabajo, nosotros nos presentamos y está cerrado’, y me dijo: «Eli, el club ya no va a abrir, entregué la concesión». ‘Y ya -le dije- qué pasa con nosotros, ¿cuándo nos va a pagar el finiquito?’ Me dice: «Yo no tengo plata, yo no tengo plata para pagarles». Así me dijo, «así es que si tienen que demandarme… demándenme», esa fue la respuesta que me dio.
– ¿Ustedes demandaron?
– Claro (…) Como le digo este abogado, que no voy a dar nombre porque no tengo pruebas contundentes de que así sea, pero estoy 100% segura de que me perdone si no es así (…) lo único que hizo fue darnos vueltas, darnos vueltas, nosotros le preguntábamos qué pasa. ‘Sí, sí, vamos bien, vamos bien’, y no había hecho absolutamente nada.
– ¿Ya no pueden hacer nada ustedes?
– Eso es lo que nos dicen, que ya no hay nada que hacer. Fuimos por la Inspección nuevamente y a esta persona no la ubicaron, eso es lo que nos mandaron en el reporte, claro porque lo van a buscar donde está el club y en el club ya no está él.
– ¿Tienen el cálculo de cuánto es el dinero que se les adeuda a todos ustedes?
– El cálculo completo no lo tenemos, pero mis compañeros llevan más de quince años cada uno, o sea le tienen que reconocer los 11 años, lo mío son 10 y lo de mis compañeras son 5 y 5, son casi 45 años de servicio en conjunto.
– ¿Eso traducido a dinero cuánto es aproximadamente?
– Aproximadamente mis compañeros con casi cinco millones cada uno, yo tres, mis compañeras como dos.
– ¿Estamos hablando de cerca de 20 millones de pesos?
– Como 20 millones de pesos más o menos, más el tema de las imposiciones porque también no nos la han pagado, estamos con laguna en el ámbito de imposiciones.
– Señorita Elizabeth, ¿por qué hacerlo público?
– Para que alguien nos ayude porque ya no sabemos qué hacer, se nos fueron de las manos, ya no tenemos qué más hacer, a quién más recurrir para hacer justicia con esto, que nos den lo que nos corresponde. Si no estamos pidiendo algo que… no estamos mendigando, como se dice, sino que es algo que nos corresponde, es un derecho de nosotros, de los años de servicio. Nosotros como trabajadores nos comprometimos con la empresa, trabajábamos para el día del papá, de la mamá, fiestas patrias, nosotros no sabíamos de domingos, feriados, de descanso, entonces al final somos cinco trabajadores, pero al final son cinco familias también que hay detrás de cada uno.
– ¿No han encontrado respuesta en ningún organismo estatal?
– No hemos encontrado respuesta, la verdad que no. Ayer a mi compañero lo llamaron de la Corporación de abogados, de esos gratuitos, y le dijeron que los plazos se habían vencido, que ya no podían hacer nada.
SIN FINIQUITO
Para terminar de ilustrar la compleja situación que viven, López agregó que «no podemos trabajar porque estamos sin finiquito, no nos han entregado el finiquito, entonces estamos ahí en ascuas; es una incertidumbre, es una rabia, una impotencia que da, porque estamos mendigando, rogando por una plata que nos corresponde».
‘NO TENGO NADA QUE VER’
Consultado Gonzalo Sabaj sobre esta denuncia, respecto de si tenía algún comentario, nos indicó textualmente: «La verdad es que yo no tengo nada que ver con eso», señaló.
«Si me va a nombrar, infórmese bien. No corresponde enlodar el nombre de alguien así como así… Primero tenga las pruebas y publique verdades… Infórmese en Tesorería o en la Inspección o en cualquier parte si yo le debo algo a alguien. No es llegar y tirar noticias por algo que dice cualquier persona… sean profesionales», finalizó.
Los extrabajadores que están viviendo esta dramática situación junto a Elizabeth López, son Judith López, Ricardo Santibáñez, Víctor Escudero y María José Reinoso.