- La campaña busca proteger las especies nativas que existen en el cerro, evitar posibles focos de incendio e involucrar a los vecinos en el cuidado del medio ambiente.-
El cambio climático y la escasez hídrica que existe en todo el país, y en especial del valle del Aconcagua, han hecho que el paisaje de esta zona sea cada vez más árido. También se ha visto cómo, en muy poco tiempo, ha cambiado el caudal del río Aconcagua y cómo se han ido secando los árboles y otras plantas de su entorno, afectando el hábitat de otras especies de flora, fauna y de sus habitantes.
Frente a esta situación, un grupo de vecinas de la población Santa Teresa de Curimón creyó necesario realizar acciones de conservación y restauración de especies nativas, y de educación ambiental.
«La población Santa Teresa está ubicada al lado noreste del Cerro San Francisco de Curimón y, por su cercanía al cerro, existe la preocupación por mantener limpio y hermoso el lugar que observan a diario. La iniciativa de adoptar un árbol nativo surge como una oportunidad de aprender sobre la flora nativa del valle, de cuidar de los árboles y otras plantas nativas que habitan en el cerro, y, también, crear conciencia sobre la importancia de la conservación del entorno y de nuestra relación con la naturaleza. Ese es uno de los objetivos del programa ‘Vivo Curimón’ y por eso quisimos apoyar esta idea que nació de las vecinas» explicó Dazma Guzmán, coordinadora del programa Vivo Curimón de Fundación Lepe, quienes han prestado ayuda en la difusión y concreción de la idea.
¿Por qué apadrinar un árbol nativo?
La flora nativa es única del territorio en el que se ha desarrollado, su descuido puede ocasionar su extinción; las plantas nativas están adaptadas a las condiciones de clima del lugar que habitan, protegen el suelo y ayudan a retener el agua en él; limpian el aire que respiramos; generan una comunidad de apoyo con otras especies que crecen a su alrededor formando ambientes diversos; algunas tienen propiedades medicinales comprobadas; nos brindan refugio y sombra, entre otros beneficios para el entorno.
En cambio, las especies exóticas introducidas, como el pino, el eucalipto y el aromo, compiten con las especies nativas por los nutrientes, el agua y el espacio que utilizan, deterioran el suelo, algunas requieren de más agua para mantenerse y pueden ser altamente inflamables, por eso no se recomienda su reproducción.
¿Qué implica apadrinar un árbol?
La idea principal es darle la oportunidad a los curimoninos a involucrarse con el medio ambiente. Apadrinar un árbol en el cerro San Francisco de Curimón implicará poder escoger un árbol, arbusto o planta y hacerse cargo de ella. Se le pedirá al voluntario colocarle un alias y su nombre científico, mantenerlo limpio y regarlo periódicamente, asegurando su crecimiento y sobrevivencia a lo largo de los años. Es un compromiso a largo plazo con la naturaleza y la biodiversidad del Valle del Aconcagua.