- Apoderada indica que hay peleas todos los días, que incluso son en presencia de los profesores.-
A la sala de redacción de nuestro medio llegó Mariana Pinilla, apoderada del Liceo Bicentenario Industrial ‘Guillermo Richard Cuevas’, donde quiso denunciar públicamente el poco apoyo que ha recibido de parte del establecimiento respecto de graves peleas entre alumnos al interior del liceo, temiendo por la integridad de su hijo, quien incluso ha sido amenazado por estudiantes.
Gran impresión ha causado la circulación de vídeos, donde se ven claramente los ‘combates’ que llevan a cabo los propios estudiantes, los cuales, a vista y paciencia de otros alumnos, se golpean con puños y patadas. Incluso, un registro muestra como dos estudiantes comienzan a pelear en frente de un docente, quien tuvo que actuar de mediador.
La apoderada explicó que no ha obtenido una respuesta conforme por parte del Liceo Industrial, quienes aplican un protocolo interno ante este tipo de situaciones, pero que no es suficiente, debido a que la madre asegura la existencia de armas blancas por parte de estudiantes al interior del recinto, asunto constitutivo de un delito. Además, asegura que los registros audiovisuales son todos de este año escolar.
Al respecto, la apoderada Mariana Pinilla indicó que «hay peleas de los niños en horarios de clases, en los recreos, en las mismas salas de clases, donde los niños están siendo agredidos por un grupo, hay ‘matonaje’ ahí ya. Los profesores, inspectores, el director, no se están haciendo cargo de estas situaciones, dicen que cuando la cosa pase a mayores, cuando haya un delito grave, ellos nos van a apoyar a nosotros como apoderados para hacer la denuncia en Fiscalía, pero la pelea es de todos los días y sí hay armas blancas, y ellos dicen que no tienen atribuciones para revisar las mochilas, y sí las tienen, porque yo firmé un documento cuando hice la matrícula, donde dice que yo les otorgaba el poder para que ellos trajinaran las mochilas.
«Ellos dicen que están cuidando su prestigio y que están tomando las medidas necesarias, cosa que no está pasando, porque una carta de amonestación a un niño agresor con una manopla o una corta pluma, que, si bien no la entierra, pero sí amenaza. Los apoderados tenemos conocimiento como desde la segunda semana de marzo ya».
La apoderada explicó cómo se entera de estas situaciones. «Mi hijo empieza a contarme lo que está pasando en las escaleras, en los recreos y él me empieza a mandar los mismos videos que los niños están pasándose, jactándose de que el que hace algo, le va a pasar lo que se ve en los videos, porque por eso se los pasan, para amenazar y amedrentar a los otros. Ya tienen identificado al que le van a pegar, al que habló de más, al que es del montón y lo esperan en la sala y le pegan. Incluso, hay un video en el que sale un profesor presente en clases y delante del profesor le pega los combos».
Finalmente, Pinilla estableció cuales son las medidas que debería adoptar ante estos hechos. «Pretendo que haya una intervención del colegio, que se empiecen a tomar medidas como corresponde y con lo que dice la ley; el porte de arma blanca y amenazas de muerte son delitos y esto está pasando. El día de mañana va a aparecer un niño muerto o lo van a acuchillar afuera, o va a pasar cualquier cosa y ahí recién van a decir ‘pucha y nosotros no estábamos al tanto’, cuando eso no es así, esto está pasando hace meses. Esto tiene que parar y si tiene que caer el colegio Industrial y el prestigio de ellos, es problema de ellos, porque aquí es la integridad de los niños que están estudiando.
«A mi hijo lo amenazaron y le pegaron, y el colegio en sí, lo único que el inspector me dijo es que poco menos yo tengo que tener un video, que yo demuestre lo que está pasando, ya que ahí recién van intervenir, pero en el contexto del colegio, porque un delito tiene que pasar fuera del colegio para que yo pueda hacer una denuncia.
«Yo haría un llamado para que los apoderados nos juntemos y que empiecen a intervenir al colegio con los malos elementos que hay adentro y se empiece a sancionar a los niños, cancelándoles matrículas, suspensión y todo lo que acarrea un delito en sí, porque ya no son golpes, ya no son amenazas, cosas de cabros chicos, son delitos graves», cerró.
