- En Aconcagua existe el caso de una ‘persona muy importante’ que golpearía a su nana, pero la trabajadora no se atreve a denunciar.
Las dirigentes de las trabajadoras de casa particular de todo el país se reunieron en la comuna de San Felipe en una jornada nacional de la Asociación.
La actividad se realiza todos los años en el mes de enero en diferentes ciudades del país y en esta oportunidad San Felipe fue la elegida para que las representantes, desde Arica hasta Punta Arenas, participaran en un curso de capacitación denominado ‘Formar y dignificar a las trabajadoras de casa particular’.
«En los últimos años hemos dignificado mucho nuestro rol como trabajadora de casa particular, pero ahora nos queda mucho más», señalo Bernardina Muñoz, presidenta nacional de la Asociación Nacional de Empleadas de Casa Particular (Anecap).
Durante esta jornada las asistentes se capacitaron en Leyes Laborales, charla dictada por la Inspección del Trabajo, y Desarrollo Personal, entre otros aspectos.
Asimismo en la actividad trataron la situación que viven varias trabajadoras de casa particular en un condominio de Chicureo.
Bernardina señala que esa era una situación que hace mucho tiempo se conocía, por lo que se habían contactado con varios ministerios para tratar el tema, a lo que se suman situaciones en otras comunas, donde se habría producido discriminación contra estas trabajadoras.
Situaciones de este tipo, señala Bernardina, están sufriendo trabajadoras no solamente de Chile, sino que también afectan a inmigrantes que llegan a trabajar al país, de hecho hace unos días se trasladaron hasta Iquique para conocer la situación de unas mujeres de Indonesia, que permanecían encerradas y no sabían el idioma.
«Fuimos allá y a Punta Arenas a fiscalizar, porque es mucha la cantidad de extranjeros, y ahora las niñas se están haciendo respetar porque ellas están integrándose a Anecap tanto como a Sintracap, donde nosotros con profesionales las estamos formando».
La situación en esta zona parece no ser muy distinta, ya que las trabajadoras también se sienten discriminadas, de distintas maneras.
«Por ejemplo no mojarse los pies en la piscina porque pueden pegar una infección, no usar los mismos utensilios que usan los empleadores, comiendo las comidas añejas de las casas, eso se vive; acá en Aconcagua también tuvimos un caso de una persona muy importante que le pega a su nana, pero no lo podemos sacar a la luz pública por el hecho que la trabajadora tiene miedo, no se puede denunciar porque ella no quiere y es una persona muy importante de acá de la ciudad», sostiene Bernardina.