Durante el miércoles y jueves de esta semana se han lanzado a la atmósfera varios Globos Sonda, cuyo propósito es medir la contaminación en la capa de ozono de los cielos aconcagüinos, toda esta labor la desarrolla el Centro Nacional del Medio Ambiente (Cenma), organismo dependiente de la Universidad de Chile, y en este proyecto participan el Evaluador Ambiental Wilson Novoa y el Químico Ambiental Carlos Mancilla, quienes en las dependencias de la Dirección de Protección del Medio Ambiente (Dipma) ubicadas en Calle Camilo Leiva 2035, instalaron los equipos computacionales que recogen la información de la señal que emiten los Globo Sonda.
Todo este equilibrado despliegue tecnológico obedece al programa ‘Perfil del Ozono en la Zona Central de Chile’ que desarrolla el Ministerio del Medio Ambiente.
«Realizamos este Estudio Investigativo en el cual analizamos el Perfil Vertical del Ozono en la 5ª, 6ª Región y la parte central del país, lo iniciamos en setiembre de 2010 y esperamos terminar en diciembre de 2012, hasta hoy ya colocamos el Globo Sonda Nº 58, esperamos que para diciembre terminemos con el Nº 70», explicó a Diario El Trabajo, Carlos Mancilla, Químico Ambiental a cargo del proyecto.
SEÑALES VALIOSAS
Aunque estos globos solo miden 2 mts. cuando son elevados, al llegar a la Tropósfera llegan a medir unos 20 mts de alto.
Este dispositivo emite varias señales a los equipos en tierra. «Estos globos emiten dos tipos de señal, una en UHF (Ultra High Frequency) y la otra en GPS (Global Positioning System), estas señales nos permiten medir la calidad del Ozono Troposférico o ‘malo’ y el que sí es bueno para protegernos de los rayos ultravioleta, así como otra clase de mediciones puntuales», detalló Wilson Novoa a nuestro medio.
Cada dispositivo de medición pesa solo un kilo, tiene una vida útil de apenas cuatro horas y no son recuperables, los mismos son llevados por las corrientes de aire a la Cordillera de Los Andes y hasta la fecha nunca se ha registrado algún accidente por la caída de dichos artefactos.
Este proyecto se realiza por primera vez en Chile y ya lleva un año y medio de estar operando. Algunos resultados de estos estudios indican que entre los meses de enero a mayo de cada año, la presencia del Ozono ‘bueno’ disminuye de los cielos chilenos y ocasiona que el Sol haga más daño en cada verano.