Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl
Aunque algunos testigos y Carabineros informaron a nuestro medio que cuando ya terminaba el partido de Primera Serie jugado el domingo anterior en Rinconada de Silva, se habría armado una verdadera ‘batalla campal’ que enfrentó a simpatizantes de ambos equipos, un directivo del Deportivo Putaendo visitó nuestra Sala de Redacción para explicar su punto de vista.
Según la información que circula en los medios, la peor parte la sufrió un jugador del equipo local identificado como Jonathan Escobar Bravo, de 31 años de edad, quien fue salvajemente atacado por una verdadera turba que lo golpeó sin contemplaciones y lo agredió con un arma blanca, originándole dos cortes que afortunadamente no penetraron el tórax y la espalda del joven deportista.
Aún así, una versión muy diferente a estos hechos es lo que reportó a Diario El Trabajo el Presidente del Deportivo Putaendo, Juan Arancibia, quien aseguró a nuestro medio haber observado todos los hechos sobre el terreno de juego. “No hubo ninguna ‘batalla campal’, simplemente lo que pasó es que ellos agredieron a nuestros jugadores con cuchillo, con un cable de acero y a uno de ellos lo apuñalaron, sacaron pistola y todo eso, no fue una ‘batalla campal’ porque nosotros no peleamos, si peleábamos es capaz que nos pegaran a todos”, aseguró Arancibia.
El hecho ocurrió en la cancha perteneciente al Club La Estrella de La Orilla, en el sector de Rinconada de Silva, donde se enfrentaron los equipos de Deportivo Putaendo y Estrella de Prat de Llay Llay, válido por la Copa Afava, donde el equipo putaendino debió jugar en dicha cancha por encontrarse en reparaciones el Estadio Municipal de Putaendo.
“Nuestros jugadores permanecieron en la cancha, no pelearon, fueron los de la hinchada quienes agredieron a nuestro jugador, y algunos jugadores de Llay Llay cooperaron para que no les siguieran pegando”, explicó el directivo del Club Deportivo Putaendo, Juan Arancibia.
Es increible leer o escuchar sobre estos «campeonatos», es seguro que en casi todos hay agresiones o verdaderas batallas campales, y no solamente en estos dichos campeonatos, donde algnos vandalos de las «barras» no les importa si hay mujeres o niños, lanzando cualquier objeto que encuentran a su paso sin ver las consecuencias que pueden provocar.