PUTAENDO.- Como ya es tradición en varias comunidades de Chile, la Fiesta de Cuasimodo es considerada una expresión de religiosidad popular característica de la Zona Central de Chile, y desde sus orígenes, en la época de la Colonia, se celebra el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección.
El nombre de Cuasimodo tiene su origen en el texto latino de la Antífona Introductoria del domingo después de Pascua de Resurrección: ‘Quasi modo geniti infantes’ (‘como niños recién nacidos’), tomada de la Primera Carta del Apóstol San Pedro, Capítulo dos, Versículo dos.
La tradición campesina de ‘Correr a Cristo’ (los cuasimodistas corren al lado de la carroza que lleva al sacerdote con el Santísimo Sacramento) se remonta a la época de la Colonia, cuando el sacerdote llevaba la comunión a los enfermos y ancianos que no podían cumplir con el deber de comulgar, al menos una vez al año y de modo especial en Pascua de Resurrección, como fue recomendado por el Concilio de Trento. A raíz de los reiterados asaltos a los religiosos que llevaban las hostias en cálices y copones, los sacerdotes se hicieron acompañar por huasos a caballos.
En la Parroquia Nuestra señora del Carmen de Rinconada de Silva, cada año los cuasimodistas, junto al Párroco, Presbítero Padre Ricardo Gómez Herrera, preparan el recorrido para la entrega de la Santa Comunión a quienes se encuentran imposibilitados de recibir en el templo la Santa Comunión. El ‘Cuasimodo Rinconadino’ ya tradicional de nuestras costumbres putaendinas, se realiza en dos tandas, debido a la extensión territorial de la jurisdicción parroquial. En esta primera etapa desde el sector de Punta del Olivo, Las Coimas, Tabolango, Rinconada de Silva, La Orilla, Sector de La Puntilla y Quillotanas.
Una tradición Cristiana Católica que los misioneros de la Obra de la Transfiguración del Señor han matizado de las profundas y verdaderas raíces de la misma, llegando a convocar en el templo parroquial, al medio día de este domingo de Cuasimodo, alrededor de 300 feligreses. Allí el sacerdote en su homilía instó a los presentes a volver su mirada a las verdaderas tradiciones cristiano-católicas, mismas que cada vez desafortunadamente se van perdiendo.