Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl
Luego de habitar mediaguas por muchos años en El Asiento, al menos unas 27 familias de ese sector optaron por acudir a la Junta Vecinal Nº 38 para solicitar apoyo, y en ese sentido la Directiva inició el proceso de Saneamiento de propiedades a fin de aspirar a una eventual validación de Títulos en un futuro muy cercano. Así lo confirmó a Diario El Trabajo el Vicepresidente Luis Delgado, quien figura también como un guía en el proceso.
La primera etapa de este Saneamiento de Títulos se realizó en la misma escuela de El Asiento durante este fin de semana, en dicha reunión cada uno de los interesados recibió un formulario para llenarlo e iniciar la presentación de los documentos necesarios para completar el proceso.
RESPALDO DE AUTORIDADES
“Son vecinos que llevan muchos años habitando en condiciones muy inseguras socialmente hablando, no saben si son dueños de algo o simplemente están ahí, sin la opción de invertir sus ahorros en una propiedad que la verdad podrían perderla”, explicó Delgado.
Por su parte el Presidente de la Junta Vecinal, Luis Ortiz, informó a nuestro medio que la tarea va por buen camino, pues autoridades muy serias están brindando todo su apoyo para que estas familias logren finalmente ser favorecidas con este esfuerzo colectivo por un bien común.
“Son el propio Alcalde Jaime Amar y la Gobernadora Patricia Boffa, quienes nos dieron los formularios para iniciar con este Saneamiento de Títulos. Los documentos que deberán ser presentados por estas familias son los de filiación, constancia matrimonial y una verificación de datos con las actas de la Junta Vecinal”, agregó Ortiz.
Diario El Trabajo habló con la señora Lilliam Cuevas, una de las vecinas que están gestionando para este Saneamiento de Títulos.
“Nací y crecí acá, soy casada y tengo tres hijos, un es Down, estoy muy optimista al saber que por fin hay reales posibilidades de ser dueña de mi propia casita, he pagado con nuestros ahorros la instalación del agua y la electricidad, sacamos cada peso de un tarro de azúcar que usamos de alcancía”, explicó Cuevas.