Sentados en su cómodo sillón, la experiencia planetaria ofrece a los espectadores ‘flotar’ en el espacio sideral sin salir de nuestro planeta. (Foto archivo)
Sentados en su cómodo sillón, la experiencia planetaria ofrece a los espectadores ‘flotar’ en el espacio sideral sin salir de nuestro planeta. (Foto archivo)

Roberto González Short – rgonzalez@eltrabajo.cl

Una experiencia ‘fuera de este mundo’ vivieron 34 de los 52 alumnos y seis profesores de la Escuela José Bernardo Suárez de El Asiento de San Felipe, que la semana pasada visitaron el Planetario de la Usach en Santiago, esta maravillosa experiencia la vivieron dentro del marco de las actividades propias del reforzamiento del contenido ‘Tierra y Universo’, asignatura de Ciencias y que fue posible gracias al Departamento de Educación Física y Extraescolar de esta escuelita rural.

Para quienes nunca habían conocido un Planetario, uno de los cinco existentes en América del Sur, la experiencia fue más que abrumadora, puesto que las aplicaciones visuales desarrolladas en su interior, permiten al espectador el poder disfrutar una simulación impecable del cielo nocturno y otras animaciones de avanzada, imposibles de ver desde la Tierra.

“Miré cosas que jamás había visto, sentí un poquito de miedo, quedé muy impresionada, por un instante olvidé que estaba aquí, sentí como si en realidad estuviéramos en el espacio”, explicó la niña Paola Plaza a Diario El Trabajo, luego de experimentar su viaje espacial.

¿CÓMO FUNCIONA UN PLANETARIO?

Para que en un Planetario se pueda realizar la reproducción de las estrellas como puntos, lo más importante es la obtención de una fuente de luz puntual. Para ello se concentra con una lente, la luz de una lámpara (que en este caso tiene una potencia de 500 W) común a toda la bola de estrellas. Esa luz se hace pasar por una diapositiva de cobre micro-perforada con pequeños orificios proporcionales al brillo de las estrellas que se van a proyectar. Después de esto, la luz debe pasar también por una lente objetivo, y por último, unos sistemas similares a los ‘ojos de las muñecas’ (de hecho reciben ese nombre) provocan la obturación de la luz por debajo de la horizontal, lo que genera un efecto de horizonte, fundamental para una correcta proyección del cielo.

Este Planetario cuenta también con la magia del movimiento, condición que se logra con maquinas hidráulicas y neumáticas, usado en motores, bombas y compresores de fondo de pozo en los que las piezas de trabajo están construidas con la forma de mecanismos roscados planetarios, además puede ser utilizado como engranaje reductor para tomar movimiento de un engranaje planetario y transmitirlo a un eje.

El Planetario de la Usach es único en el país, es uno de los 50 centros audiovisuales de difusión astronómica más grandes del mundo. El domo de proyección tiene un diámetro de 22 metros y su equipo de simulación de estrellas, proyector Carl Zeiss, modelo VI, permite observar el cielo nocturno del hemisferio norte y sur.

“Fue muy divertido poder tocar los planetas, sentirlos tan cerca, me asusté cuando todo el lugar giraba y algunos gritábamos de la emoción”, añadió Andrea Quiñones, estudiante de 5º Básico. El Museo Interactivo Mirador’, ofreció por entradas gratis a los pequeños, en esas instalaciones pudieron desarrollar muchos experimentos y conocer más sobre sus propios sentidos como la vista, oído, tacto y cerebro.

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