PUTAENDO.- ‘Mordió la mano que le dio de comer’, podría ser la frase precisa para iniciar esta crónica policial que dice relación con un sujeto que fue recibido por un conocido agricultor, quien le dio trabajo, alimentación y su confianza, y a quien le retribuyó robándole distintas especies desde la misma vivienda.
Jeldis Contreras, conocido agricultor y vecino del sector de La Plazuela de Quebrada Herrera, conoció tiempo atrás a un joven que llegó a la localidad y quien hacía pocos días había salido de la cárcel donde estuvo detenido por infracción a la Ley de Drogas. Este agricultor sin embargo, se dio cuenta que este muchacho necesitaba una oportunidad para reinsertarse en la comunidad, por lo que decidió darle trabajo en las labores diarias que desarrolla como es la corta y venta de leña.
TENÍA SU SECRETO
Contreras señaló a Diario El Trabajo que el muchacho era muy respetuoso y en aparente arrepentimiento por los hechos que lo llevaron a estar privado de libertad, manteniendo una cordialidad en el trabajo donde en forma diaria se le pagaban sus honorarios además del dinero para locomoción y la correspondiente alimentación, percatándose el agricultor que el joven siempre andaba necesitado de dinero, advirtiendo hace una semana que lamentablemente, dicho joven ocupaba el dinero en comprar droga en una población de San Felipe, por lo que decidió el lunes pasado avisarle que le pagaría una vez a la semana para así evitar que gastara su dinero en drogas, con la clara intención de ayudarlo, lo que aparentemente no habría sido bien recibido por el joven.
Fue así como el lunes recién pasado, en horas de la tarde y mientras el agricultor y su esposa salieron de la vivienda, el mal agradecido rompió el vidrio de una pequeña ventana e ingresó al interior del domicilio, robando joyas, dinero en efectivo, ropa, zapatos y otras especies, incluso los utensilios de aseo del baño, todo avaluado en más de $1.500.000, donde incluso el sujeto se dio el tiempo para, en la parte posterior de la vivienda, dejar abandonadas sus viejas zapatillas y colocarse los zapatos nuevos que había robado.
Jeldis Contreras señaló a nuestro medio que más allá de las especies robadas, sentía una gran tristeza, pues junto a su familia veían cómo habían sido traicionados y que al haber dado trabajo a este joven, lo habían hecho con la intención de ayudarlo en su reinserción, por lo que lamentaban mucho lo ocurrido. No es la primera vez que por la búsqueda desmedida del placer, una persona drogadicta tira a la basura otra oportunidad para salir adelante, además de causar también daño a quien le tendió la mano de auxilio.
Patricio Gallardo M.
El diario habla del ex presidiario, el muchacho y el joven, porque no da el nombre completo del delincuente para que así no vaya a engañar a otra persona, estos mal nacidos hay identificarlos para que todos lo conozcan y no sean nuevas víctimas.
Por Pasteles como este es que pagaran justos por estos tontorrones, quien se quiera reinsertar tendra que agradecer a este patetico joven por el camino que esta haciendo al respecto.
el nombre del pastel es PAULO SANTANDER DA SILVA apodado «EL BRASIL»