Luego de ser ‘el terror de la comuna’, hoy predica un mensaje de Salvación

Claudio Espinoza Huerta, ‘El Incendio’, aseguró a Diario El Trabajo que Dios le cambió la vida y hoy se dedica a predicar Su Palabra.

PUTAENDO.– Seguramente el nombre de Claudio Espinoza Huerta para usted y para muchos, es totalmente desconocido, pero si le contamos que este muchacho, hoy de 32 años, se hizo amplia y tristemente conocido en nuestra comuna por su apodo ‘El Incendio’.

Este joven que fue en innumerables ocasiones detenido por Carabineros y que se vio envuelto en distintos delitos, cumpliendo condenas en varias cárceles del país, hoy él asegura que es una persona nueva, renovada y totalmente distinta, gracias a su esfuerzo, perseverancia, y de manera especial, a la fe que encontró mientras estuvo privado de libertad.

En los últimos días, Claudio Espinoza ha estado en distintos puntos de la comuna junto a sus hermanos de fe de la Iglesia Evangélica Pentecostal de la Calle Sarmiento, predicando la palabra del señor con mucha fuerza, vehemencia y seguridad, lo que no ha pasado inadvertido para quienes lo han escuchado y lo han reconocido en esta nueva faceta.

Diario El Trabajo habló con Claudio Espinoza la tarde de este domingo en la Calle Chacabuco mientras predicaba junto a otro miembro de la iglesia evangélica, donde sin ningún tipo de tapujos, el joven nos reconoció que hace cuatro años, mientras cumplía una condena en la cárcel de Valparaíso de 32 meses de privación de libertad, conoció la palabra de Dios, y desde ese día y luego de recuperar su libertad se ha entregado por completo a la fe, agregando que «Gracias al Señor logré dejar mi vida oscura que mucha gente conoció, dejé el alcohol, las drogas y la delincuencia, hoy tengo paz en mi corazón, el Señor me ha renovado y tengo una vida hermosa; donde trabajo, me gano mi plata honradamente y participo activamente en la iglesia evangélica. Creo que en la cárcel conocí a Dios y me cambió la vida y la de mi familia», comentó Espinoza.

¿No te avergüenzas de predicar en la calle y que algunos de tus ex amigos se rían de ti?

«Por supuesto que no tengo vergüenza, y así como algunos se ríen, otros me felicitan, no tengo nada que esconder, porque mi vida anterior ya no existe, soy un hombre nuevo y nunca me avergonzaré de glorificar a mi Dios, el que también puede ayudar a muchos jóvenes que hoy están en lo mismo que yo viví años atrás», consignó Claudio Espinoza, siempre con una sonrisa en su rostro. El Pastor Juan Fernández destacó la fe de Claudio, su profunda convicción y el reconocimiento que hoy los miembros de su iglesia evangélica le tienen, pues su caso ha demostrado como el Señor reconvirtió a un joven perdido en el alcohol, la droga y la delincuencia en un hombre de fe y un hombre de bien.