PUTAENDO.- Una hermosa y exitosa jornada de amor se vivió el sábado pasado en el sector La Orilla con la campaña que tenía por finalidad juntar 40 dadores de sangre para el pequeño Héctor Henríquez Ahumada, de 11 años, aquejado de leucemia.

Pasadas las 11 de la mañana, personal médico del centro de sangre de Valparaíso, al mando de la tecnólogo médico Verónica Ibarra, arribaron hasta el ex colegio del sector La Orilla, donde en una sala lograron instalar 6 camillas con toda la implementación necesaria para realizar al extracción de sangre.

Uno a uno fueron llegando los dadores en un número cercano a los 70, de los cuales 46 pudieron donar sangre ya que muchos fueron rechazados por no cumplir con los requisitos establecidos en la charla y en los documentos que debían firmar, o por complicaciones como tener la presión muy alta, por lo que fueron rechazados por los profesionales.

La junta de vecinos de La Orilla, junto a su presidente Jorge Carvajal, tuvieron un hermoso gesto, pues convirtieron una de las salas del ex colegio en un verdadero comedor donde a cada donante le entregaban un desayuno o una colación, donde incluso había torta, reuniendo con mucho esfuerzo y donaciones toda la alimentación que se entregó tanto a los donantes como a los profesionales que viajaron desde Valparaíso.

Alicia Ahumada García, madre del pequeño Héctor, mostró su agradecimiento a todas las personas que estuvieron el día de la donación, confirmando que su hijo ha estado mejor durante los últimos días y que incluso fue dado de alta para viajar a Putaendo, agregando que en esta ocasión no fue necesario realizar una campaña tan masiva pues la mayor parte de los donantes fueron contactados anticipadamente, agradeciendo de igual forma a todos los que hicieron posible esta donación, teniendo especiales palabras de agradecimiento para el centro de sangre de Valparaíso que viajó con un equipo de profesionales del hospital Carlos Van Buren hasta Putaendo y para la junta de vecinos del sector que organizó todo el operativo.

Un hermoso gesto de muchos anónimos voluntarios que entregaron un poco de su sangre y mucho amor para seguir ayudando al pequeño Héctor Henríquez Ahumada que necesita de la solidaridad de toda la comuna.

Patricio Gallardo M.

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