Consejo directivo del establecimiento analiza nuevamente este jueves la situación del alumno expulsadoLa expulsión de un alumno del colegio Pumanque y la situación de condicionalidad de otros, respondería a la aplicación de normas del reglamento interno de disciplina, señaló el director del establecimiento, Nelson Jarpa. Según la información entregada por el directivo, el artículo 3.27 del reglamento interno de convivencia, establece la expulsión inmediata de los alumnos que planifiquen, organicen o dirijan cualquier interrupción de la actividad escolar normal.Ante esa normativa y ante la condicionalidad que tenía el alumno Michael Cruces, el colegio decidió expulsarlo, sindicándolo como parte de los cuatro alumnos que organizaron las manifestaciones al interior del establecimiento.«Ocurridos los hechos, que partieron cuando 4 alumnos de cuarto año medio no entraron a su sala de clases, ex profeso, y hubo algunos que, pidiendo permiso a sus profesores, comenzaron a organizar la interrupción de las actividades escolares del colegio. Entonces es eso lo que estamos sancionando, en uso de nuestras facultades, entonces cuando un alumno no entra a la sala de clases, se queda afuera, engaña a sus profesores y empieza a organizar a los alumnos para interrumpir las clases, por muy buenas razones que hayan tenido, eso contraviene nuestro reglamento de convivencia, y en el caso del alumno que estaba condicional, lo que cabía a pesar que el artículo dice expulsión inmediata, era caducarle la matrícula en julio», señaló Jarpa.El resto de los alumnos quedaron condicionales, tal como lo establece también el reglamento.La situación además generó que se realizara un sumario interno, con el objetivo de limitar las responsabilidades del personal del establecimiento, ya que la dirección del colegio califica de máxima gravedad los hechos ocurridos. Ante el anuncio de acciones legales de parte de los estudiantes y del diputado Marco Antonio Núñez, Jarpa dijo que «nosotros también tenemos nuestros derechos, porque han estado circulando datos que tienen carácter de injuria y calumnia y no nos vamos a quedar tranquilos». En este sentido planteó también acciones legales ante esta situación.Consultado por el documento que han mostrado los alumnos, donde se establecía un acuerdo para paralizar las actividades en el colegio, entre el director y los representantes de los alumnos, Jarpa dijo que lo que existió fue una presión de parte del alumnado para entregar el colegio y declararse en toma.«Prácticamente nos embistieron en el primer patio del colegio para efectos de solicitar la ocupación pacífica del colegio y algunos alumnos ya estaban en ese trámite. Ante esa situación de hechos consumados, convoqué a dos reuniones, una reunión ampliada de profesores, centro de padres y alumnos, la mayoría no estuvo de acuerdo con que aceptásemos la ocupación pacífica del colegio, después me reuní con 9 voceros que no son dirigentes elegidos democráticamente, y se llegó a un acuerdo de la ocupación pacífica de un ala del colegio, que es el pabellón 3, no aceptando la ocupación total porque se afecta el derecho a la educación del resto de los alumnos, y así me lo hicieron saber muchos padres».La semana pasada el apoderado de Michael Cruces presentó una apelación y este martes el director recibió una segunda carta, por lo que la situación será analizada mañana jueves en sesión ordinaria del consejo directivo, con el objetivo de definir la situación de este alumno.

Por Diario El Trabajo

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