- Sólo un 30% de los trabajadores del gremio cotiza en forma independiente, una cifra que preocupa a los dirigentes por la situación en que quedan una vez que dejan de trabajar.
Luego que la Confederación de Taxis Colectivos de Chile, Conatacoch, se adjudicó un proyecto con fondos de educación provisional para desarrollarlo en la Octava, Metropolitana y Quinta Región, este martes en San Felipe se efectuó una charla destinada a entregar información sobre los temas previsionales a los trabajadores que se dedican a la conducción de taxis colectivos de la comuna.
La idea del encuentro era analizar cuál es la realidad de los trabajadores del gremio en la zona cuando se retiran de la actividad laboral, y así poder enfrentar una vejez digna, señaló Héctor Sandoval, presidente de la Confederación.
“Aquí vivimos con el ingreso diario, y el día que no se trabaja no hay ingresos y no hay dinero para el sustento, por eso es que es importante que estén inmersos en el sistema de seguridad social, de tal manera que estén protegidos por los accidentes del trabajo, las enfermedades profesionales y las enfermedades naturales, que tengan un sustento y puedan tener la convalecencia necesaria en un minuto de enfermedad”.
30% DE TRABAJADORES COTIZA
Según las cifras que manejan los dirigentes, en San Felipe sólo un 30% de los trabajadores de los taxis colectivos tienen la cobertura en salud y sus cotizaciones al día, una estadística no muy positiva, quienes realizan estos trámites de manera independiente.
“Nosotros calculamos que un 30% de todos los trabajadores de los taxis colectivos están protegidos a través de sus cotizaciones en forma independiente y muchos que son exonerados políticos o trabajaron en otras actividades con antelación, tienen jubilaciones anticipadas, pero el resto no ha tomado en serio este problema que en un minuto determinado les va a pasar la cuenta”, sostuvo Sandoval.
La razón de esta situación es que el dueño del vehículo que es trabajado por una segunda persona, no se le considera como el empleador, sino que se trata de un contrato civil no escriturado, donde se le facilita el vehículo a una persona determinada por una cantidad de dinero diariamente, por lo tanto no hay una subordinación o dependencia, lo que hay es un trato de arriendo en forma diaria.
Por eso Sandoval señala que esta situación no tiene otra salida que cotizar en forma voluntaria, tal como lo hacen muchos conductores de la zona, lo que le permite tener los mismos derechos y deberes que el trabajador dependiente, por lo tanto están en igualdad de condiciones.