Por unanimidad de los jueces, Rodrigo Mondaca Escudero fue condenado a una pena de diez años de presidio sin goce de beneficios, tras ser considerado Culpable de un Homicidio Calificado en contra de Guillermo Segundo Córdova Klein de 26 años de edad, acribillado con seis impactos de bala que derivaron en un estrangulamiento manual que produjo finalmente su deceso en octubre del año 2011.

Tras el esperado juicio oral que se inició el 17 de diciembre en el Tribunal de San Felipe, la Fiscalía pretendía obtener una máxima condena por este homicidio de 15 años y 270 días por Inhumación Ilegal del cuerpo de Córdova, siendo absuelto de este último cargo por la terna de jueces, precisando sólo en una condena efectiva de diez años descontándose los días que permaneció privado de libertad desde que fuera formalizado.

Luego de tres días que se llevó a cabo el juicio, el Fiscal Osvaldo Basso en un extenso Alegato de Clausura, convenció al Tribunal Oral en determinar este caso como un Homicidio Calificado como fue tipificado finalmente, luego de recibir las diligencias a cargo del personal de la Sección de Investigación Policial SIP de San Felipe, que armaron el puzzle desde que la madre de Guillermo Córdova denunciara la desaparición de su hijo por presunta desgracia.

EPÍLOGO DEL CASO

Las diligencias arrojaron que Mondaca, apodado ‘El Canadiense’, se reunió con Guillermo Córdova para realizar una compra de gran cantidad de marihuana el 17 de octubre del 2011, desplazándose juntos en una moto scooter hasta la Villa 250 Años, para luego trasladarse hasta Villa Departamental de San Felipe en búsqueda del ‘Rulo’, un conocido proveedor de drogas del sector que se entrevistó con Guillermo junto a otros dos sujetos que lo abordaron y le arrebataron 800.000 pesos desde su banano, sin concretar la transacción.

Mondaca en su declaración señala que mientras esperaba a unos metros del lugar, recuerda que Guillermo Córdova regresó muy nervioso indicándole haber sido asaltado por los tres sujetos y que debían retirarse inmediatamente del lugar, trasladándose desde ese lugar hasta una propiedad del acusado ubicada en el sector Lo Calvo de la comuna de Santa María.

Presumiblemente en ese lugar se produjo un enfrentamiento entre el encolerizado Mondaca y Córdova, cuando el Condenado aseguró durante el inicio de su juicio, que todo se originó producto de la pérdida del dinero que se utilizaría para adquirir la droga, lo que derivó en una lucha cuerpo a cuerpo donde supuestamente la víctima era quien pretendía herirlo con la pistola que ésta portaba, según su declaración y que al momento de arrebatársela, el imputado reconoce haberle disparado en tres ocasiones para luego golpearlo en reiteradas ocasiones con la cacha del arma en la zona de la laringe.

Esto se desdice de acuerdo a la investigación y testimonios que acusan a Mondaca de haber adquirido el arma homicida por el mercado informal donde fueron percutidas seis balas hacia la víctima y que los golpes propinados a Córdova fueron al parecer con un martillo, siendo asfixiado con un nylon.

El cometido continúa cuando Mondaca se cambió su ropa cubierta de sangre a es de las 16:00 horas de aquel día, confesando el crimen a un trabajador y a la hija de éste de sólo trece años que lo asistieron en ocultar el cuerpo del occiso. Finalmente en su desesperación, Mondaca trasladó el cuerpo en su vehículo hasta el sector alto de Campos de Ahumada de San Esteban, acompañado en todo momento de la hija del jardinero, quien fue partícipe ocular de la inhumación del occiso que fue semienterrado en ese lugar cubierto con tierra y grandes piedras.

A fin de borrar evidencias en el camino, quemaron un colchón inflable; una frazada y las vestimentas que portaba la víctima para luego botar por el camino su teléfono celular. Sin embargo, tras once días de cometido el crimen, el cuerpo de Guillermo Córdova fue encontrado por Carabineros tras el relato proporcionado por la menor que los condujo al lugar, logrando incriminar a Rodrigo Mondaca Escudero como el autor de este brutal homicidio.

FISCALÍA SATISFECHA

Para la Fiscalía, esta condena representa plena satisfacción tras haber convencido al Tribunal en que determinara un rango de pena más elevado ajustándose a la actual legislación chilena «Al Imputado lo condenaron por homicidio calificado y el Tribunal le impuso una pena de diez años de Presidio Mayor en su grado mínimo más el comiso y destrucción del arma de fuego, una vez que no llegue el Fallo, estaremos en condiciones de analizarlo y ver si es que existiera una causal de nulidad, sino el Ministerio Público en ese evento no habrá de ejercer ningún tipo de recurso. A nosotros nos tiene bastante satisfechos que el Tribunal haya acogido nuestra tesis del Homicidio Calificado y que haya dictado sentencia condenatoria para este caso, el monto de la pena de diez años a nuestro juicio, es una pena alta, considerando que el Imputado no gozará ningún tipo de beneficios establecidos en la Ley 18.216» argumentó el Fiscal Jefe Osvaldo Basso.

Reportaje Especial
Pablo Salinas Saldías

 


 

 

 

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