Gisela Salas Flores, vendedora ambulante que reclama no haber sido atendida en la forma adecuada en la empresa Chilquinta.

Gisela Salas Flores, vendedora ambulante de productos varios que recorre la ciudad de San Felipe ofreciendo sus ofertas, visitó nuestra Sala de Redacción para denunciar una supuesta discriminación en su contra por parte de dos funcionarios de la empresa Chilquinta. “Llegué a pagar mi recibo a Chilquinta, llevaba conmigo mi carrito de productos, a lo cual el guarda me impidió entrar, diciendo que no podía ingresar con el carrito, que era prohibido, por eso no me quedó más que irme”, asegura Salas a Diario El Trabajo. Según la usuaria, ella fue en busca de una amiga para que le ayudara a realizar la gestión, minutos después ambas mujeres llegaron a Chilquinta, prohibiéndosele nuevamente el ingreso al edificio. “En esta ocasión entonces, mi amiga cuidaba el carrito a la salida de Chilquinta, mientras el guarda se reía de mí, aplaudía irónicamente con sus manos, me hacía señas de que me retirara del lugar, mientras que otra funcionaria también me hacía burla, me sentí muy humillada, la gente me miraba despectivamente, pues seguían el ejemplo de los empleados de la empresa, no me parece justo esta clase de trato, pues sea como sea que lo quieran ver, yo soy cliente de Chilquinta y merezco un trato igual a cualquier persona”, detalló Gisela Salas. Ante esta situación, Diario El Trabajo habló con Claudia Mora, Jefe de Oficina de Chilquinta San Felipe, quien explicó su versión de los hechos. “Lo que pasó este martes, fue que la usuaria llegó a nuestras oficinas, ingresó con un carrito y le pidió al guarda que se lo cuidara, el guarda le dijo que no había servicio de custodia, que lo que le recomendaba era que lo dejara por ahí, pero con el riesgo de perder algunas de sus pertenencias”, explica Mora. Según la funcionaria, no hubo discriminación alguna hacia su cliente. “Lo que pasó es que ella sintió que no la estábamos ayudando ni atendiendo con su problema, nosotros no contamos con servicio de custodia, se lo explicamos, pero eso fue todo, nunca la sacamos de la oficina ni le negamos atenderla, supe que después regresó con una amiga haciendo reclamos, pero nada más que informar”, puntualizó Claudia Mora. Roberto González Short rgonzalez@eltrabajo.cl

 

 

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