En la provincia de San Felipe, existen 48 instalaciones que están clasificadas como salas de baile, discotheque, pub, cabaret o quintas de recreo, lugares que son fiscalizados por la oficina provincial de la Seremi de Salud, a tres de los cuales se les realizaron sumarios sanitarios en el año 2012, uno principalmente debido a que las vías de escape estaban obstruidas con sacos de arena y tarros de pintura, discotheque que se encontraba ubicada en la calle Navarro, de la comuna de San Felipe.
Esa situación vuelve sumamente peligrosa la presencia de una importante cantidad de personas en su interior y podría generar una tragedia, como la ocurrida hace unos días en una discotheque de Brasil donde murieron más de 230 personas, luego que se generara un incendio y no tuvieran más de una salida por donde escapar.
«El riesgo es muy alto e inmediatamente se establece la prohibición de funcionamiento a este tipo de instalaciones», dijo Aleksis Gómez.
Esta oficina cuenta con un programa de fiscalizaciones, que contempla visitar el 80% de estos lugares durante el año, fiscalización que hoy en día se está realizando con una reglamentación nueva.
Según explica Gómez, hasta hace un tiempo se fiscalizaba con una reglamentación del año 50, es decir prácticamente obsoleta, y actualmente existe el Decreto Supremo 10 del 2010, que establece las Condiciones sanitarias y ambientales de seguridad básicas en recintos públicos.
Así la nueva normativa establece que todos los locales con una capacidad mayor de 100 personas, deben contar con un informe de evaluación sanitaria, solicitado por la Municipalidad respectiva, en conformidad al Código 83 del Código Sanitario.
«En ese sentido, es responsabilidad de la Municipalidad, para poder otorgar la patente municipal, que solicite a Salud el respectivo informe sanitario y este informe, que está regulado por esta nueva normativa vigente tiene un montón de exigencias sanitarias, se debe que presentar un estudio acústico, en los planos se tiene que indicar donde están los equipos electrógenos, los parlantes, los servicios higiénicos, las zonas de seguridad, las luces de emergencia, y lo más importante aún, es que en estos tipos de locales se tiene que explicar la capacidad máxima de público», explica Gómez.
Precisamente para respetar este último punto, Gómez señala que los locales deben tener un sistema de control que permita garantizar que no exceda la cantidad de público, lo que está siendo actualmente fiscalizado.
Una de las preocupaciones de Bomberos, son los cambios que realizan los encargados de los locales nocturnos con el tiempo, es decir cuando comienzan a funcionar, el local por dentro es de cierta forma y con el tiempo lo van cambiando, muchas veces tapando las vías de evacuación, generando un peligro para las personas que asisten, en el caso de que se produjera una emergencia.
Ante este punto, Gómez señala que es necesario que el municipio solicite un nuevo informe sanitario a estos locales, los que deben cumplir además con varias normativas bastante específicas, como la ordenanza general de construcción y urbanismo y las condiciones sanitarias y de seguridad en los lugares de trabajo.