- Dos casas resultaron destruidas en plena Navidad del año pasado, dejando a dos familias damnificadas. Gracias al apoyo conjunto de trabajadores de División Andina, un medio de comunicación y vecinos, se logró reconstruir una de las casas en sólo un mes de trabajo. Ahora se trabaja en la segunda casa.
LOS ANDES.- 24 de diciembre de 2012. El calor arrecia y se viven plenamente las vísperas navideñas. Tal como la mayoría de los chilenos, una familia de la población Alonso de Ercilla hacía los preparativos para cenar, compartir juntos y hacerse presentes.
El punto de reunión, como cada año, sería la casa de la matriarca de la familia, quien feliz recibía a sus hijos y nietos, en el hogar que ella misma había forjado con años de esfuerzo. Sin embargo, el destino les tenía preparada una desagradable sorpresa que pondría a prueba su fe, pero que también significaría unión, solidaridad y demostración de espíritu navideño.
Corrían horas de la tarde de ése 24 y un desperfecto eléctrico desencadenó lo inesperado. En cosa de segundos, la casa ardió en llamas ante la impotencia e incredulidad de la familia y vecinos. Los alcances del incendio, incluso se extendieron hasta la casa contigua, que también resultó afectada por las llamas, dejando cerca de 20 personas damnificadas.
Carmen Rodríguez, hija de la familia afectada, dice que «en un principio cuando esto ocurrió, uno no ve un futuro. Pero cuando los vecinos aparecen así como los trabajadores de Andina, uno comienza a ver que las cosas se aclaran. Estamos muy agradecidos de los trabajadores de Codelco, porque esto no hubiese sido posible sin los materiales que aportaron».
Pero la bondad apareció y los vecinos se unieron. Contribuyeron con bomberos a apagar el incendio y luego trabajaron todo el 25 sacando escombros.
La radio: compañera siempre
Hasta la radio Buena Onda de Los Andes, llegaron las fotos del incendio, lo cual inspiró a sus trabajadores a hacer una campaña para contribuir a reparar los daños y devolverle la fe a las familias afectadas.
«Yo iba en mi auto con mi familia cuando escuché la campaña. La verdad es que me tocó fondo, porque era Navidad. Así que decidí organizar a mis compañeros de trabajo, quienes tuvieron una buena recepción y actuaron en forma inmediata», relata Wilson Manzano, tesorero del Sindicato Unificado de Trabajadores, SUT, de Andina, organismo que además logró que trabajadores del Sindicado Industrial de Integración Laboral, SIIL, también se hicieran presentes, en un acto solidario transversal para Andina y espontáneo de los propios trabajadores.
Al cabo de unos días, se juntó un monto en dinero que fue donado a la familia. Con eso se lograron comprar los materiales para la reconstrucción. La campaña radial había resultado todo un éxito.
Ricardo Quiroz, director programa Onda Deportiva de Radio Buena Onda y gestor de la campaña solidaria, dice que «siempre he pensado en la forma de acercar la comunidad a los trabajadores de Codelco. Hay mucha gente tremendamente valiosa que muchas veces por no saber, no se pueden manifestar en forma solidaria. Estamos tremendamente agradecidos de los trabajadores de Codelco que participaron en este sueño solidario de reconstrucción de estas casas».
Fueron los propios vecinos, en su mayoría maestros de la construcción, quienes después de sus jornadas laborales se dirigían sagradamente a seguir trabajando en la casa afectada. Fue casi un mes de un trabajo en equipo, arduo, intenso, cansador, pero que finalmente terminó con la entrega de la casa, lista, amoblada, pintada, el viernes 1 de febrero. Y ahora comenzarán con la reconstrucción de la segunda casa afectada.
«Para mí esto ha sido extraordinario. Quizá no somos buenos para el fútbol, pero en solidaridad, a los chilenos no nos gana nadie. Amigos de infancia, vecinos, los trabajadores de Andina y personas anónimas hicieron que mi madre recuperara su casa. Estaremos eternamente agradecidos por esto», dice Mario Jibaja, otro de los hijos de la familia.
Finalmente, esta historia que comenzó en forma trágica, terminó con vecinos unidos, con una cruzada solidaria exitosa y con los trabajadores de la División, satisfechos de haber cumplido con un importante rol social.