Un adolescente fue llevado a juicio por el Ministerio Público, donde fue considerado culpable por el Tribunal Oral en Lo Penal, que lo sentenció a tres años de libertad asistida por el Servicio Nacional de Menores (Sename), por su participación como autor ejecutor del robo de un notebook, intimidando a una mujer con un arma sobre su cabeza para realizar su cometido.
Los hechos que fueron debatidos en el Tribunal, daban cuenta de la acusación presentada por la Fiscalía tras los sucesos cometidos el 30 de marzo del 2011, cuando el imputado que en aquel entonces tenía 17 años de edad de iniciales L.A.A.M. junto a otros dos sujetos no identificados, ingresaron hasta un almacén de la comuna de San Felipe atendido por la víctima, que en esos instantes se encontraba en el mesón de atención junto a un notebook, cuando fue intimidada por el acusado con un arma a fogueo sobre su cabeza para sustraer dicha especie y darse a la fuga.
Posteriormente se inicia una persecución en contra de los antisociales, quienes pretendían abordar un microbús, donde fueron interceptados por un testigo que se percató del delito y le arrebató el notebook, produciéndose un enfrentamiento que culminó cuando los adolescentes escaparon sin la especie.
Posteriormente el adolescente logró ser detenido por Carabineros, tras el reconocimiento de la víctima y del testigo que encabezaba la persecución, logrando ser enjuiciado bajo la Ley de Responsabilidad Adolescente que sanciona estos hechos con programas de reinserción social, bajo la supervisión del Sename.
«Esta sanción está establecida por la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, nosotros habíamos pedido tres años y un día bajo de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social, porque considerábamos que correspondía, pero el Tribunal determinó que no, puesto que podía cumplir con libertad especial, sometiéndolo a programas del Servicio Nacional de Menores bajo libertad asistida, con el objetivo de reinsertarlo en la sociedad», precisó la Fiscal a cargo del caso Daniela Quevedo Henríquez.
Pablo Salinas Saldías
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