EXCLUSIVO / Se lo anunciamos en Diario El Trabajo, que este santito parecía honrado y que estaba haciendo bien su trabajo desde que llegó a San Felipe, pues además de los milagros anunciados en un amplio reportaje publicado el 2 de febrero de 2012, hoy San Charbel Kakhlouf vuelve a ser noticia, pues ayer acudió a nuestra Sala de Redacción, Valeska Uribe Herrera, una joven madre que no cabía de contenta, pues su bebé recién nacido estaba ‘muerto en vida’, y ahora vive. Nuestro medio habló con la mamá del pequeñito Vicente García Uribe, quien nació sentenciado a muerte, pero que recibió una ‘Ayuda de Arriba’ más fuerte que cualquier pronóstico médico.
«MI PEQUEÑO VOLVIÓ DE LA MUERTE»
– ¿Cómo inició esta experiencia para usted y su bebé?
– «El viernes 7 de diciembre de 2012 por la mañana, yo sentí a mi bebé que se movía en mi vientre, llamé a mi pareja para que me llevara al Hospital San Camilo, una vez allá, el doctor me dejó hospitalizada de inmediato, pues mi guagua ya no se movía, desde ese momento yo empecé a indicarles a todo el personal que mi bebé ya no se movía».
– ¿Cómo nace su hijo Vicente?
– «La cuestión es que el Doctor Vacarezza me realizó una Eco doble, con la que se determinó que mi placenta estaba muerta, fue así como me hicieron una cesárea de urgencia, los doctores y demás funcionarios me dijeron después que mi hijo nació ‘Deprimido’, que nació prácticamente muerto».
– ¿Qué tan grave era la situación?
– «Mi hijo realmente venía mal, estaba de color oscuro, no respiraba y tampoco lloraba, estaba muerto. Inmediatamente a mi hijo lo entubaron, el doctor sentenció que mi hijo tendría sólo dos días de vida, no más que eso y que si sobrevivía, sería un vegetal para siempre».
– ¿Cómo hace contacto usted con San Charbel?
– «Yo trabajo en la empresa Dole, mi jefa al enterarse lo que me dijo que me fuera a la parroquia de La Merced, me dijo que pidiera los algodones milagrosos de San Charbel Kakhlouf, al tiro me fui y hablé con el Padre Marcelo, le conté lo que me pasaba con mi bebé, él me dio los algodones con un aceite, se los apliqué a mi niño y al día siguiente mi guagua presentó una pequeña mejoría».
– ¿Le permitieron los médicos ponerle los algodones al niño?
– «Bueno, los algodones yo se los apliqué unas nueve veces, cada vez que los médicos y enfermeras no me miraban, yo se los aplicaba varias veces en su cuerpecito».
– ¿Con sólo los algodones se curó?
– «No sólo los algodones, yo le rezaba y le rezaba, le rezaba también la Novena a San Charbel, seguí rezándole hasta que noté que mi bebé reaccionaba poco a poco, los doctores se habían equivocado en el negro pronóstico que dieron, pues existía sólo gracias a esas máquinas, aún así mi pequeño volvió de la muerte».
«YO CERTIFICO ESTE MILAGRO»
Diario El Trabajo buscó explicaciones a este inexplicable hecho, fue así como nuestro medio habló con Marcelo Méndez, sacerdote al frente de la parroquia de La Merced, quien nos aseguró que efectivamente él se jugaba el nombre y daba fe de la validez de este milagro.
«Yo como sacerdote y hombre de fe, certifico que el niño Vicente García Uribe, se sanó gracias a la intervención de San Charbel; el rezo de sus hermanos en Cristo», explicó Méndez.
Según el religioso, en unos tres meses el milagro sería siendo certificado oficialmente en El Líbano, lugar de procedencia del santo.
«El proceso para que este milagro sea certificado en plenitud, dura al menos unos tres meses y dicha certificación será realizada en El Líbano, de donde es originario el santo y también la Orden que lo representa a nivel mundial», agregó Marcelo.
RESEÑA DEL SANTO
Charbel nació en el pueblo de Beqakafra, a 140 km. del Líbano, capital libanesa, el jueves 8 de mayo de 1828. Era el quinto hijo de Antun Makhlouf y Brigitte Chidiac, una piadosa familia campesina. Fue bautizado a los ocho días en la Iglesia de Ntra. Señora en su pueblo natal, recibiendo por nombre Yusef (José).
A los 20 años de edad, Yusef es el sostén de su casa. Es el tiempo de contraer matrimonio, pero él se siente llamado a otra vida. Al entrar en el noviciado renuncia a su nombre bautismal y escoge como nombre de consagración: Charbel. El religioso recibió autorización para la vida ermitaña el sábado 13 de febrero de 1875. Desde ese momento hasta su muerte, ocurrida en la ermita de los Santos Pedro y Pablo, la víspera de la Navidad del año 1898, se dedicó a la oración (rezaba siete veces al día la Liturgia de las Horas), la ascesis, la penitencia y el trabajo manual. Comía una vez al día y llevaba silicio.
MUERTE Y MILAGROS
El padre Charbel alcanzó la celebridad después de su muerte. Dios quiso señalar a este santo por numerosos prodigios: Su cuerpo se ha mantenido incorrupto, sin la rigidez habitual, con la temperatura de una persona viva. Suda sangre, ocurren prodigios de luz constatados por muchas personas. El pueblo lo veneraba como Santo, aunque la jerarquía y sus mismos superiores prohibieron su culto formal mientras la Iglesia no pronunciara su veredicto.
El 9 de octubre de 1977, durante el Sínodo Mundial de Obispos, el Papa Pablo VI canonizó al Padre Charbel como ‘Santo’, y lo inscribió en el catálogo de los santos, estableciendo que sea venerado como Santo con piadosa devoción en toda la Iglesia. ¿Cree usted en milagros? Si usted quiere saber más sobre este santo, puede escribir a: marcelomendezg@hot mail.com o llamar al Fono: (034) 513251.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl