En los años en que no existía Internet y apenas se anunciaba que llegaría muy pronto la televisión en colores a nuestro país, Carlos Méndez, un conductor de autobuses que viajaba desde Santiago a Lima en los años sesentas, inició una relación sentimental con una peruana en secreto, naciendo así de esta relación, cuatro hijos.
En ese momento y en dichas circunstancias es que empieza nuestra historia, pues lo que hay que tomar en cuenta, es que Carlos Méndez ya tenía hijos en Chile y sólo comunicó, años después, de la existencia de un hijo en Perú, sin dar detalles ni direcciones, sin embargo nunca dijo nada en Perú sobre que él tenía una familia en nuestro país.
El matrimonio naufragó aquí en Chile, se separaron y todo lo que normalmente ocurre en estos casos, pero nunca Carlos Méndez dio a conocer datos de sus aventuras, hasta que hace unos meses, ya en su vejez, habló con sus hijos chilenos, dándoles a conocer los apellidos de su otro hermano peruano.
Diario El Trabajo habló con cuatro de los ocho hijos chilenos, mismos que viven en San Felipe.
HISTORIA DE NOVELA
Patricia Méndez, una de las hermanas del peruano Carlos Méndez (mismo nombre del padre), quien relató detalles sobre la experiencia que han vivido tras un encuentro familiar que ha impactado a toda esta gran familia.
«A mis ocho años me llevé una gran sorpresa, cuando papá me dijo que yo tenía un hermanito y que ese hermanito vivía en Perú, desde entonces viví toda mi niñez y juventud, pensando y soñando en conocerlo, porque mi corazón y el de mis hermanos acá en Chile, latía con rapidez cuando se hablaba del tema, ‘del hermanito que tenemos en Perú’».
– ¿Desde cuándo supiste que tenías un hermano fuera de Chile?
– «Lo que pasaba, es que nosotros sí sabíamos de su existencia, pero Carlitos desconocía por completo la existencia de ocho hermanos más en este mundo, en aquellos años no había Internet, no sabíamos la dirección, papá se había ido de nuestras vidas y tampoco lo encontrábamos para que nos diera los datos de ese hermano lejano».
– ¿Cómo se gestó el primer contacto con tu hermano Carlos?
– «En noviembre de 2012, luego de que papá, quien aún está con vida y vive en otra parte de Chile, nos hizo saber los apellidos de nuestro hermano… al tiro nos pusimos a buscarlo en las redes sociales, lo buscamos y buscamos, hasta que apareció una joven en una red social, le hice la consulta y… sí, ‘él es mi padre’, dijo la joven».
– ¿Entonces no sabían nada de él?
– «No, sólo que él existía. Imagínate, él había hecho su vida, tenía hijos y era obrero de construcción, una vez que nos ubicamos, en cada sesión de chat, yo lloraba, él lloraba también, estábamos ansiosos por conocernos, esto ha sido como una de esas películas, finalmente en diciembre recién pasado hicimos el esfuerzo de ayudarle a él para que viajara a Chile, la experiencia es indescriptible».
PIERDE TRES EN PERÚ
PERO GANA OCHO EN CHILE
Diario El Trabajo también habló con ese peruano, quien ingresó a nuestro país para conocer a sus ocho hermanos chilenos, una experiencia similar al relato bíblico del Génesis, en el que Josué ‘se revela a sus once hermanos tras haber sido alejado de ellos’.
«En noviembre del año pasado supe, y fue una gran sorpresa, que una mujer había contactado a una de mis hijas, diciendo que ‘ella era mi hermana’, también me dijo esa mujer, que yo tenía ocho hermanos en Chile, que desde toda la vida ellos anhelaban conocerme, abrazarme y darme todo el amor que tenían en sus corazones, eso fue indescriptible, me puse a llorar», relata emocionado Carlos Méndez.
Según lo relatado por este peruano, él y sus hijos no salían del asombro al saberse parte de tan emotiva historia.
«Mi familia en Perú y yo también, no salíamos del asombro, obvio que lo entendíamos, no teníamos dudas tampoco, pues a mi papá yo no lo conocía, sólo sabía que él era chileno y por la historia de esos hermanos, aunque me sacudieron el alma, tenía sentido», agregó Méndez a Diario El Trabajo.
El Destino si existe como fuerza compensadora que juzga sobre los actos humanos y las intenciones secretas del corazón del Hombre, sería lo que jugó sus cartas para compensar a este obrero el haber perdido a sus tres hermanos en Perú.
«Yo soy uno de cuatro hijos nacidos de ese ‘papá desconocido’, sin embargo el destino se encargó de destruirme toda la familia, mis hermanitas murieron al nacer y mi hermano, este murió hace unos años, me sentía solo, nada más acompañado por mis hijos, lo que me hace llorar, es que Dios me recompensó con ocho hermanos más, como si fuera para reponerme a los tres que la muerte se llevó», dijo entre lágrimas el agradecido hombre.
Un final feliz para quien nunca se esperó encontrar la felicidad y bálsamo espiritual hallados en toda esta familia chilena que le ofrecen ahora una nueva vida y oportunidad de recomenzar una vida en Chile.
«Ahora que conozco a esta, mi nueva familia, no puedo dejar de dar gracias a Dios por este regalo tan maravilloso, me han recibido con amor, calidez y mucha alegría, ahora planeo traerme a mis hijas para Chile, pues tengo prácticamente a toda mi familia en este país», puntualizó Carlos Méndez.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl