A un mes de ocurrido el accidente escolar que casi le cuesta la vida al pequeñito Richard Arriagada, estudiante de cuatro años en la Sunnyland School, su madre Carolina Araya, visitó nuestra Sala de Redacción para informar a nuestro medio que el director de dicho centro educativo le habría ‘invitado’ a llevarse al niño para su casa, luego que ella manifestara su desconfianza por lo ocurrido el 3 de junio anterior.
Hay que recordar que el pequeño Richard Arriagada Araya, ese día pudo volcar un pesado marco metálico de su gimnasio simplemente tirando de sus redes, travesura que casi le cuesta la vida cuando la sólida estructura impactó su rostro contra el piso en la Sunnyland School.
“Luego del accidente de mi hijo, le dieron licencia médica para faltar a clases; cuando llegué este lunes para que recibiera clases, yo expresé mi desconfianza en el colegio, por lo que el director del colegio me dijo que si yo desconfiaba, que mejor me lo llevara para la casa, que no importaba si mi niño recibía o no clases, el director me dijo que si yo quería, me lo llevara para la casa y cuando yo quisiera, que también lo llevara al colegio, por eso he decidido llevarme al niño de la escuela”, comentó a Diario El Trabajo Carolina Araya, madre de Richard Arriagada.
Una investigación realizada por nuestro medio nos aclara que este menor recibe actualmente en la Sunnyland School, una Subvención Escolar Preferencial (Beca SEP), por lo cual no paga un sólo peso por concepto del curso lectivo que recibe, pues tiene una beca completa y que la apoderada del menor es la abuela del niño, no su madre.
PUERTAS ABIERTAS
Pedro Villagra, Director de la Sunnyland School, habló con Diario El Trabajo sobre las declaraciones de la madre.
“Lo que pasó es que cuando la madre llegó este lunes con el niño a nuestra escuela, ella manifestó que sentía desconfianza en nosotros por lo que recientemente le ocurrió al niño, ella informó que su niño aún estaba delicado y al parecer tenía una venda en su cabeza. Lo que se le respondió a esta madre, fue que si ella quería, que esperara a que la crisis pasara por completo; y que cuando lo deseara, que lo reincorporara al colegio. Las puertas de esta escuela nunca han estado cerradas para el niño, no tenemos ningún inconveniente para que Richard reciba sus clases”, explica Villagra.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl