A 15 años cárcel es condenado ex carabinero que asesinó a funcionario municipal

LOS ANDES.- A 15 años de Presidio Mayor en su grado Medio por el delito de Homicidio Simple, fue condenado finalmente por el Tribunal Oral en lo Penal de Los Andes el ex carabinero Víctor Araya Navarro (27), quien la madrugada del 22 de diciembre de 2011 dio muerte a golpes al funcionario de la Municipalidad de Rinconada, Jaime Palacios Salinas. La comunicación se sentencia se realizó sin la presencia del acusado, su abogado defensor, ni tampoco el fiscal titular de la causa, Jorge Alfaro, pero sí de la familia de la víctima.

La lectura leída por la Magistrado Paola Hidalgo Benavente, quien confirmó la absolución de ex policía del delito de Incendio, ya que este quedó incluido como una conclusión final del delito de Homicidio. Julia Palacios, una de las hijas del fallecido trabajador, indicó que como familia consideran poca la pena, «porque la vida de mi padre nadie me la va a devolver, pero al menos se hizo justicia no como yo quería, pero al menos se hizo justicia».

Lamentó que haya sido absuelto por el delito de incendio, toda vez que fue él quien prendió fuego a la casa precisamente para ocultar el crimen. La hija comentó que evaluarán solicitar a sus abogados y también al Ministerio Público la posibilidad de solicitar un Recurso de Nulidad del juicio, a fin de poder lograr una condena también por el delito de incendio, «porque el daño que hizo fue muy grande y lo vamos a conversar como familia para la conformidad de todos».

En tanto, la segunda hija de la víctima, María Palacio, se mostró abiertamente disconforme con la condena, ya que esperaba que fuera condenado por el homicidio y el incendio, «pues tal vez faltaron más pruebas y unieron las dos cosas».

Por su parte, el Abogado Benigno Retamal, que representó a la familia en la primera fase del proceso, sostuvo que pese a la disconformidad de la familia, es una condena dura y ejemplarizadora, «ya que 15 años es una pena alta, además sin beneficios y con la imposibilidad de ejercer cargos públicos a perpetuidad». Manifestó que ahora cualquiera de las partes tiene un período de tiempo para presentar un Recurso de Nulidad ante la Corte de Apelaciones para que sea revisado.

EL CRIMEN

La tarde anterior al crimen, el carabinero Araya junto Jaime Palacios y un tercer sujeto de oficio mecánico, estuvieron bebiendo unas cervezas en un local de nombre ‘Miranda”’ ubicado a un costado de la Tenencia de Rinconada. Cuando ya se encontraban bastante pasados de copas, decidieron ir al domicilio de la víctima ubicado en el pasaje Los Avellanos de Villa Las Acacias, siendo llevados hasta ese lugar en una camioneta que conducía una mujer.

Los tres siguieron ingiriendo bebidas alcohólicas hasta que en un momento el carabinero le propuso a sus dos amigos ir a buscar unas mujeres para armar un baile.

El ex policía salió del inmueble y volvió pasada la medianoche sin las damas, continuando la ingesta de bebidas alcohólicas. Es allí donde el ex policía habría sostenido un alternado con su anfitrión, agrediéndolo con un objeto contundente que le causó varias fracturas costales, faciales y una fractura nasal. No contento con ello, luego lo estranguló. La víctima tuvo pocas posibilidades de defensa, dado su edad y al hecho que según el informe de autopsia, tenía una alcoholemia de 4,50 miligramos de alcohol en su cuerpo.

Luego al verlo ensangrentado y sin vida, salió al patio por unos minutos, tras lo cual ingresa nuevamente a la casa, se fuma unos cigarros y decide huir no sin antes rociar la habitación donde estaba la víctima con combustible y prenderle fuego para ocultar el crimen.

Según el imputado, habría escapado tambaleante hasta llegar a la Tenencia de la comuna donde se saca la ropa ensangrentada que guarda en una bolsa y luego sustrajo un arma de servicio desde los casilleros con la intención de suicidarse. Posteriormente y con el arma en su poder, se dirige al sector de El Patagual, donde llama por celular a un familiar y le cuenta sobre lo ocurrido y la intención que tiene de quitarse la vida. Este pariente, que le aconsejó no matarse y entregarse, a la vez que a esa hora sus colegas ya lo estaban buscando por el robo del arma de servicio.