Luego de abandonar el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, luego de ser intervenido al corazón el pasado 19 de agosto y recibir un sistema de asistencia ventricular, dispositivo que le permite seguir viviendo, Luis Osorio se trasladó hasta San Felipe para visitar al Alcalde Patricio Freire con quien se conoce desde niños.
El encuentro se realizó en horas de la tarde del jueves 26 de septiembre y se extendió por varios minutos, donde el Alcalde Freire celebró el buen estado en que se encuentra Luis, luego de ser hospitalizado e intervenido al corazón, debiendo recibir un sistema que le ayuda a funcionar a este órgano para continuar viviendo.
ALEGRES POR LUCHITO
«Con Luchito nos conocemos de muchos años y es una sorpresa ver que se encuentra tan bien, lo había visto por la noticias, y ahora encontrarnos en esta visita y verlo bien es una gran alegría, por eso le estamos dando nuestro apoyo en lo que necesite. Nosotros estamos presto a colaborar para su salud, nos conocemos de toda la vida y estoy muy contento de ver que esta máquina lo tenga bien de salud y esperamos que pronto pueda hacerse un trasplante», dijo el Alcalde Patricio Freire.
Osorio fue conocido a nivel nacional, al recibir un sistema que le permite a su organismo seguir funcionando, uno de los dos equipos que existen en nuestro país, debido a su altísimo costo.
«Me siento muy bien, muy recuperado gracias a la tecnología y con el cuidado y las indicaciones que me dieron. Esta maquinita es de uso permanente, no me puedo separar para nada de ella, ni en la ducha, ni en la cama, porque tiene un cable que va directo al corazón», dijo Osorio. Según explicó Luis, a través de ese cable, se hace funcionar una bomba que está inserta en el corazón, lo que produce un flujo de sangre. Eso sí debe estar permanentemente preocupado de las baterías, que duran unas ocho horas si no hace mucha actividad física, y cuatro si su día es más intenso.
Este sistema tiene un valor bastante alto, por ello es muy difícil utilizarlo en los pacientes que lo necesitan y que están a la espera de un trasplante.
«Hemos dicho a las instituciones y al Gobierno, que se pongan la mano en el corazón y aporten con estas máquinas, pero hasta el momento no ha salido nada. Yo llevo casi dos meses con este dispositivo y es de mucha ayuda, porque mucha gente se está muriendo esperando un trasplante. Gracias a Dios ya puedo correr, andar en bicicleta y sobre todo estar con los amigos, como ahora», dijo Osorio.