Mientras los vecinos amenazaban con destruir el canalón de no haber prontas soluciones, el Director de Obras Hidráulicas comprometió trabajos de seguridad, así como levantamiento de un terraplén.
Bastantes dificultades se vivieron desde muy temprano, en la madrugada, en la Villa 250 Años de San Felipe, luego que sus calles y pasajes resultaran anegados producto del desborde del canalón, que tal como informáramos ayer, llevaba gran cantidad de agua producto de los deshielos, siendo cerrada por desconocidos la compuerta justo a la altura de este populoso sector.
El desborde se produjo a eso de las 05.00 horas, cuando los vecinos alertaron a personal municipal que rápidamente se constituyó en el lugar, solicitando el apoyo de Bomberos para romper los candados de las compuertas, las que habían sido cerradas, produciéndose un rebalse natural que derivó en el escurrimiento del agua hacia la población.
Una vez que se abrieron las compuertas, el agua comenzó a circular hacia el río, lo que permitió que dejara de ingresar hacia el sector poblacional, donde si bien se habló que el agua había ingresado a las casas, la dirigente poblacional Pamela Palma, aclaró que hubo casos puntuales en que se anegaron solo los patios de viviendas, “pero no hubo casas anegadas”.
El Alcalde de San Felipe manifestó su preocupación por lo ocurrido, cuestionando duramente a la Dirección de Obras Hidráulicas por la realización de esta multimillonaria obra, sin tomar las medidas de resguardo que permitan evitar emergencias como ésta.
“Estamos muy preocupados en terreno viendo este gran peligro que reviste este canalón, sobre todo para este sector, no solamente la inundación de la madrugada, sino lo que significa este canalón abierto, donde viene con mucha fuerza el agua y los niños con estas temperaturas altas de verano se van a empezar a bañar. Esto es un peligro, si no se cierra o se hace algo distinto, no quiero pensar en lo que podría ocurrir”, dijo el Alcalde Freire.
Pasadas las 08.00 horas llegó hasta el lugar la gobernadora provincial de San Felipe, quien a esas alturas ya había tomado contacto con el Director de Obras Hidráulicas, Christian Véliz, y con el Seremi de Obras Públicas, Pedro Sariego, comprometiéndose la inmediata concurrencia del primero al lugar para determinar lo que había sucedido y buscar soluciones rápidas.
Fue así como a eso de las 10.00 horas de la mañana, se hizo presente Christian Véliz, quien acompañado de un equipo técnico conversó con la gobernadora y con la dirigente Pamela Palma, explicándoles el motivo de la presencia de agua en el canalón, descartando que se tratara de agua de pozos, pero además, anunciando medidas inmediatas para resolver los problemas que más acongojaban, como era la posibilidad de que volviera a desbordarse el canal y que producto de la falta de protección de esta infraestructura, los niños ingresen a bañarse con el consiguiente riesgo de ahogamiento u otro accidente.
“Recibimos a primera hora el llamado de la gobernadora y quisiera aclarar que la DOH no está haciendo operar los pozos de Curimón, desde el 9 de mayo, de ningún pozo. El canal tampoco estaba autorizado ni apto para recibir agua. Esta agua corresponde a los deshielos y llega acá porque aguas arriba, la bocatoma del canal El Pueblo, construida artesanalmente por los canalistas del sector, no dio abasto a los deshielos y por lo tanto se rebalsó, lo que derivó en el transporte de las aguas por este canal, sin la autorización previa de la DGA”, señaló el director de Obras Hidráulicas.
En este tenor, dijo que se han comunicado con los canalistas de El Pueblo para que resuelvan este problema. “El canal lo único que hizo fue transportar el agua hasta este punto exacto, en donde como estaba la compuerta cerrada, ya que no estaba operando, para seguir aguas abajo, en tanto que la compuerta que es de rebalse estaba arriba, pero la bajaron y eso provocó el desborde del canalón”, manifestó.
MEDIDAS
Una de las primeras medidas adoptadas, corresponde a la colocación de cadenas y candados en las compuertas, para que la compuerta que da hacia el río se mantenga siempre abierta y evite que el agua rebalse en este punto, a la altura de la Villa 250 Años, y así no se produzcan nuevos desbordes.
Una de las medidas más esperadas por los vecinos, corresponde a la implementación de medidas de seguridad –como la colocación de una malla metálica- para que los niños no ingresen al canalón a jugar y bañarse, y así no se enfrenten a un accidente que puede derivar en una desgracia.
Sobre esto, Véliz manifestó que “vamos a hacer algunas obras de resguardo, con la finalidad de impedir cualquier desgracia”, sin aclarar cuánto demorará la materialización de esta medida, pero advirtiendo que “mientras estas obras no estén ejecutadas, no vamos a echar a andar los pozos de Curimón”.
Otra de las medidas corresponde a la intervención de la bocatoma del Canal El Pueblo, en concordancia con los canalistas y entendiendo que ellos debieran asumir esta responsabilidad.
Asimismo se levantará el terraplén para reforzar la imposibilidad de que ante un rebalse, que no debería volver a producirse en teoría, el agua no escurra a la población.
VECINOS
En tanto, los vecinos de la Villa 250 Años se encuentran en estado de alerta, ya que esperan que cuanto antes se concreten las medidas anunciadas por el Director Regional de Obras Hidráulicas, valorando eso sí la rápida respuesta de las autoridades de Gobierno, que se constituyeron en el mismo lugar de la emergencia.
Los vecinos estaban dispuestos incluso a destruir el canalón de no tener respuesta de la autoridad.
“Estábamos esperando una solución, porque si no nos daban solución ahora nosotros íbamos a hacer tira el canalón. Nos preocupan los niños, que se pueden ahogar si se siguen metiendo al estar abierto este canalón, pero ahora nos preocupamos más porque se desbordó. Nos aseguraron que no vendrá más agua por el canalón, pero si baja mucha agua y se desborda de nuevo, se destruye el canalón”, advirtió Pamela Palma.
La dirigente manifestó que en este sector hay cuatro poblaciones, donde abundan los niños, por lo que el riesgo es latente y esperan que cuanto antes se concreten estas medidas, pues insisten en que de volver a producirse una emergencia, ellos lisa y llanamente van a destruir esta obra.