El ‘matón’ quedó en libertad debido a que su aterrorizada mujer retiró la denuncia.
El ‘matón’ quedó en libertad debido a que su aterrorizada mujer retiró la denuncia.

LOS ANDES.- Justo cuando se conmemora el Día Internacional por la no violencia contra las mujeres, una dueña de casa estuvo a punto de ser degollada por su conviviente, logrando salvar con vida gracias a la rápida y oportuna llegada de Carabineros.

El hecho se produjo al interior de un departamento de Villa Alto Aconcagua, cuando la víctima de iniciales J.R.C.F. se encontraba junto a su conviviente, el obrero Héctor Ariel V.O. (51).

Debido a que el sujeto había estado consumiendo bebidas alcohólicas, sorpresivamente comenzó a discutir con la mujer por un tema de celos y luego se abalanzó sobre ella propinándole golpes de puño en el rostro y senos.

Completamente fuera de sí, el obrero tomó un vidrio y comenzó a lanzarle cortes a su pareja hiriéndola en el pecho y en la muñeca del brazo izquierdo.

Los aterradores gritos de la víctima alertaron a los vecinos, quienes a sabiendas que la mujer sufría constantes golpizas a manos de Héctor, decidieron llamar a Carabineros.

Personal policial concurrió de inmediato al departamento y al ingresar sorprendieron in fraganti al sujeto sobre su pareja encima del sofá y con el vidrio aún en sus manos tratando de apuñalarla.

En el acto,el sujeto fue detenido, sin embargo la víctima no quiso ratificar la denuncia ante los Carabineros.

De todas maneras el obrero pasó a control de detención en el Tribunal de Garantía de Los Andes y fue formalizado por el delito de Lesiones menos graves en contexto de la Ley de Violencia Intrafamiliar.

En la audiencia también se presentó la víctima, quien ratificó al Fiscal Alberto Gertosio, que no quería seguir adelante con la denuncia.

Sin embargo, el persecutor insistió en la formalización por cuanto existían tres denuncias previas de la misma víctima en contra de su pareja y en todas ella posteriormente se desistió.

Incluso, la propia Jueza Valeria Crosa, le hizo ver los riesgos que representaba para su vida el no seguir adelante con el procedimiento, dado las golpizas a que el sujeto la sometía desde hace largo tiempo. Pese a ello, la afectada retiró la denuncia y el tribunal no pudo dictar ninguna medida cautelar de protección en favor de ella, quedando bajo su responsabilidad cualquier agresión futura que pudiera sufrir a manos de su conviviente.

 

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