Con sus papeles al día, que dan cuenta del pago oportuno de los permisos para trabajar con su carrito de productos en la calle, así como también con sus documentos médicos que hablan de una serie de enfermedades, Víctor Osorio Escobar ha enfrentado estos últimos días una serie de dificultades para poder desarrollar su trabajo y así ganarse el dinero que necesita para mantener a su familia y comprarse los remedios que diariamente debe tomar.
Este comerciante ambulante sanfelipeño, hace diez años que trabaja en la calle. Cuenta que durante el período municipal de Jaime Amar le concedieron un permiso para vender en las afueras del banco BCI.
Posteriormente, con la llegada de la administración de Patricio Freire se le trasladó a Coimas, entre Prat y Santo Domingo, “pero no vendía nada, con suerte me hacía 3 ó 5 mil pesos diarios”, así es que pidió hablar con el alcalde quien dispuso que se instalara en calle Prat, en las afueras de la farmacia Salcobrand.
Ahí trabaja actualmente este vecino, quien señala que hace quince días, sin saber por qué, fue visitado por la jefa de Rentas de la municipalidad, Margarita Guerra, quien le exigió que el carrito que con gran esfuerzo él mismo había construido, fuese reducido a los metros autorizados, exigencia que él cumplió.
Sin embargo, cuenta que nuevamente fue a visitarlo la funcionaria, quien le ordenó retirarse de ese lugar, so pretexto de tener reclamos contra él por parte de la encargada de la Farmacia.
“Yo fui a hablar con las encargadas de la farmacia y ellas me dijeron que nunca habían reclamado. También hablé con la jefa de farmacias Salco en San Felipe, Isabel Muñoz, quien fue muy gentil y respetuosa, y también me dijo lo mismo, que yo no entorpecía en nada la labor de la farmacia, al contrario, yo les sirvo para vigilar, porque en esa farmacia roban prácticamente todos los días”, aseveró Víctor Osorio.
Aseguró el comerciante que su carrito ocupa muy poco espacio de la vereda, ya que habló con los encargados de parquímetros para ocupar cerca de 40 centímetros de calle, por lo que él ayuda siempre para el estacionamiento de los vehículos.
Si bien en los últimos días Víctor Osorio no ha recibido nuevas visitas de funcionarios del Departamento de Rentas, dice sentirse “muy presionado y preocupado”.
Esto, ya que explicó que “mi permiso para trabajar acá vence el 31 de diciembre y temo que por esto no me lo vayan a renovar”.
VECINO DISCAPACITADO
Víctor Osorio es un vecino que presenta un 70 por ciento de discapacidad. El informe médico que exhibió a Diario El Trabajo, indica que padece Diabetes Mellitus, cardiopatía coronaria, disminución de agudeza visual, insuficiencia cardiaca y además registra un antiguo infarto agudo al miocardio.
Actualmente, este hombre debe tomar diazepan, por cuanto enfrenta un cuadro depresivo como resultado de estas situaciones que ha vivido últimamente y que lo han motivado a acercarse a hablar con el alcalde Patricio Freire.
A esta autoridad precisamente, formuló un llamado de auxilio para que le ayuden y no lo dejen sin trabajo, ya que si lo echan del lugar donde actualmente vende sus productos, no sabe qué hará.
Al cierre de esta nota, Diario El Trabajo estaba a la espera de la respuesta del municipio en torno a este caso, comprometiéndose la encargada de comunicaciones a entregar una versión sobre el tema en el más breve plazo posible, una vez que la encargada de Rentas le haga llegar toda la información sobre lo que acontece con don Víctor.
MUNICIPIO RESPONDE
Consultado el Municipio sobre esta situación, desde la Corporación edilicia se informó que conscientes de la alta demanda de solicitudes que se reciben constantemente por obtener este tipo de permiso para instalarse en el sector céntrico de la comuna, el Alcalde Patricio Freire ha dispuesto la elaboración de una propuesta de ordenanza municipal que tendrá como objetivo organizar la situación de los vendedores ambulantes en el sector céntrico, teniendo como criterio ir en ayuda de las personas que solicitan estos permisos y que sean entregados a quienes realmente lo necesitan.
Además el municipio realizará un análisis para establecer que los puestos que son autorizados para funcionar sean efectivamente utilizados por quienes solicitan ese permiso, y en el caso de no ser así se eliminará esa autorización, para ser destinado a quienes efectivamente lo necesitan.