Damaris Acevedo habla con Diario El Trabajo sobre sus errores como ser humano y pide al Tribunal de Familia el poder ver a sus niñas en Navidad.
Una cosa es cometer un error y otra lo es el aceptarlo. Pues es desde ese punto que partimos para retomar la historia de Damaris Acevedo, la joven madre de 21 años que a principios de julio de este año huyera de una casa de cuidado con sus dos hijas, Florencia y Alisson, pues el Sename las tenía en ese lugar y pronto serían dadas en adopción.
Y decimos que hoy retomamos su historia, porque luego que ella lograra arrebatarlas del Sename y vivir con las nenitas por algunos meses cambiando de casa regularmente, el pasado 18 de octubre fue capturada por la PDI, perdiendo así el derecho a estar con sus hijas.
«LAS QUIERO VER EN ESTA NAVIDAD»
Sobre las razones que la llevaron a vivir esta odisea familiar y sus angustias de madre, Damaris Acevedo Cataldo habla hoy con Diario El Trabajo.
– ¿Usó la violencia la PDI al detenerte?
– «No fueron violentos los de la PDI cuando ingresaron a la casa donde yo estaba viviendo con mis tres hijas, de las que sólo me queda la menor, luego me llevaron a una sala de la PDI, en donde me dejaron hablar unos minutos con ellas, les expliqué a ellas lo que pasaría, ya las niñas sabían que serían separadas de mi lado».
– ¿Qué pasa ahora con tus hijas?
– «El Juez de Familia me impuso el impedimento de visitar a mis hijas, yo quiero poder verlas en Navidad, no importa que sea con supervisión de ellos, pero eso es lo que estoy pidiendo».
– ¿El padre de las niñas se ha preocupado por ayudarte a recuperar a tus pequeñas?
– «No. El papá de las niñas nunca peleó por ellas, sólo dio $120.000 una vez para que pagáramos un abogado, como si con eso se pudiera hacer algo, en lo demás, él nunca se interesó en rescatar a las niñas, estoy clara de que perdí, quizás para siempre, a mis dos hijas, me dedicaré a darle todo lo que pueda a la hija que me queda».
– ¿Usted tuvo problemas con drogas?
– «Es verdad. Yo desde temprana edad tuve problemas por el consumo de pasta base, en mi casa durante algún tiempo se vendió esa sustancia, pero ya no se vende, tampoco consumo ninguna sustancia, lo cierto es que esos problemas son los que pesaron para que el Sename me quitara a mis hijas, lo acepto y es lo que puedo hacer, pues no tengo dinero para pagar los millones que los abogados piden».
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl