La Corte Suprema señaló que la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Aconcagua no ha incurrido en las conductas ilegales que se le atribuyen, ha desarrollado con apego a la ley la gestión del recurso hídrico que el ordenamiento jurídico le asigna. Frente a lo cual el Presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección, Javier Crasemann, destaca que es hora de trabajar por proyectos eficientes para una correcta administración y cuidado del agua de toda la cuenca del Río Aconcagua, para que todas las secciones se vean beneficiadas.
ÉNFASIS DEL FALLO
Asimismo, señala que al no haberse producido ninguna modificación en el ejercicio de los derechos de aprovechamiento de cada uno de los usuarios, que forman parte de las distintas secciones del Río Aconcagua, ya sea por acuerdos pactados entre ellos o por la injerencia de la administración, la Junta de Vigilancia de la Primera Sección tiene la obligación legal de continuar distribuyendo el agua conforme a los derechos constituidos en dicha sección del río.
En efecto, mientras no se acuerde o decida por la autoridad una redistribución de aguas de carácter excepcional atendidas las condiciones hidrológicas existentes, la primera sección debe continuar distribuyendo conforme a derecho los caudales disponibles en esta sección del río.
Crasemann enfatiza que cada sección necesita soluciones diferentes, pero que deben presentarse en forma conjunta a las autoridades para conseguir los financiamientos necesarios. Señala que como sección, tienen varios proyectos en carpeta, que incluyen: bocatoma unificada en el río y conducción por canales matrices revestidos y/o presurizados; tres embalses y mejoramiento de la red de canales mediante revestimiento y/o presurización. Además están evaluando algunos puntos que tienen potencial de generación hidroeléctrica.
Sin embargo para lograr mejoras, Crasemann ha reiterado en varias ocasiones que el tema hídrico debe ser prioritario en la Quinta Región, ya que la demanda por agua crece todos los días; se han plantado innumerables cerros; los proyectos mineros aumentan y el agua es la misma o menos.
Entre otras acciones, además se propone que debería haber un cambio de criterio en relación a las superficies de riego como la modificación a la Ley de Riego que actualmente prioriza las nuevas hectáreas de riego por sobre los proyectos de seguridad y eficiencia.