LOS ANDES.- A 15 años y día de Presidio Mayor en su grado máximo, fue condenado el minero Víctor David González Álvarez (36), tras ser confirmado como autor de los delitos de Violación Reiterada y Estupro en contra de su propia hija, hechos perpetrados entre los años 2011 y 2013. González Álvarez había sido detenido en julio del año pasado por oficiales de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, tras una denuncia presentada en su contra por los profesores del colegio donde estudiaba la menor y a quienes escribió una carta contando sobre estos ultrajes.
INFIERNO EN CASA
De acuerdo a la investigación desarrollada por el Ministerio Público, los ultrajes comenzaron cuando la niña tenía trece años en 2011, cuando el depravado aprovechaba que su esposa iba a visitar a su madre para llevar a la niña hasta el dormitorio del departamento familiar, donde procedía a violarla.
El sujeto la amenazaba diciéndole que si contaba lo que sucedía sería la responsable del quiebre en la familia, ante lo cual la menor no se atrevía a denunciarlo.
En una ocasión cuando el hombre quiso accederla carnalmente y ella se opuso, tomó el gato de la casa y lo lanzó por la ventana, a raíz de lo cual la mascota sufrió una lesión en una de sus patas y quedó cojo de por vida. Esto fue la muestra del sometimiento a la cual mantenía a la niña, quien presa de la angustia comenzó a adoptar conductas autodestructivas que fueron pesquisadas por los docentes del colegio donde estudiaba en esa época.
Una vez que la menor recibió atención médica, se estableció que pese a las violaciones reiteradas no quedó embarazada.
LA SENTENCIA
Los antecedentes reunidos por la fiscalía fueron contundentes en cuanto a que el Tribunal Oral en Lo Penal de Los Andes, integrado por las magistradas Carolina Escandón Cox, Paola Hidalgo y Alessandra Tubino Tassara, declarara culpable al sujeto de estos delitos de Violación Reiterada.
Además, el tribunal ordenó quitarle al sujeto todos los derechos de patria potestad sobre su hija y estar sujeto a un control de Carabineros durante los diez años siguientes al cumplimiento de la condena principal.
Asimismo se le condenó a la inhabilitación absoluta y perpetua para cargos y oficios públicos, debiendo ser incluida su huella genética en los registros de ADN para condenados por delitos sexuales. El tribunal no le otorgó ningún beneficio contemplado en la ley, por lo cual deberá cumplir la condena de manera efectiva, sirviéndole de abono el tiempo que estuvo en Prisión Preventiva desde el 5 de julio de 2013.