Este 20 de agosto, la Escuela Bernardo O´Higgins Riquelme estuvo de cumpleaños, celebró su 124° aniversario, cumpliendo una labor educativa permanente. Durante estos últimos años el compromiso de la escuela ha resuelto la educación de innumerables generaciones de estudiantes, hoy ex-alumnos que colaboran en el desarrollo de Aconcagua.
PEQUEÑA RESEÑA
La escuela nace en 1890 como Escuela Elemental, luego en 1893 se crea la Escuela Superior de niños Nº1, ubicada en Freire esquina Toro Mazote. Ya en ese entonces se le conocía como ‘Escuelas Balmaceda’, por su imponente presencia, salas amplias, grandes ventanales y corredores interiores. En 1974 la escuela sufre un incendio y se traslada a su actual ubicación en Hermanos Carrera, en Población José Manso de Velasco y se le denomina Escuela E-58. El 2005 se inauguran las nuevas dependencias, con un edificio de dos pisos en su frontis y la convierte en una hermosa escuela, con una infraestructura digna para los tiempos que corren. Desde entonces toma el nombre de nuestro máximo procer.
A SOLAS CON EL DIRECTOR
«En la actualidad, la escuela tiene por filosofía institucional, ser una comunidad que trabaja con virtudes y méritos por el engrandecimiento de la patria, sirviendo con cariño y afecto a cada uno de sus hijos, en un ambiente emocional sano, educando en valores, disciplina, capacidades y saberes.
Nuestra misión como escuela es educar en el saber y en el hacer, para servir a la comunidad con un sentido de superación y el deber cumplido, teniendo como modelo a un gran patriota», comentó Sebastián Candia, Director Escuela Bernardo O´Higgins a Diario El Trabajo.
Según Candia, «nuestra visión es mirar el futuro tranquilos, con esperanzas, promoviendo la rectitud de conducta y transformar la sociedad con la participación de todos, son los detalles, los que hacen las verdaderas diferencias entre escuelas, y nosotros nos hemos propuesto romper los paradigmas educativos existentes: dentro del aula, en el curriculum, en disciplina, en relaciones humanas, promoviendo una buena autoestima del estudiante, la motivación hacia los estudios y la buena convivencia, evitando además la perdida de la autonomía docente, la sobrecarga laboral y la pérdida del sentido laboral», agregó el jefe escolar.
«Nuestra red de apoyo es amplia pero insuficiente, son muchas las carencias, muchos los lastres que aquejan a nuestras familias y por supuesto que afectan directamente el rendimiento académico y conductual. Trabajamos con programas como Habilidades para la vida; Barrio en paz; Proyecto de Integración Escolar (PIE); Proyecto de Intervención Especializada; Departamento psicosocial del Daem, Senda, OPD y Cesfam. Este año hemos ofrecido talleres deportivos, canto, baile entretenido, Taekwondo, ajedrez, musicoterapia, yoga y conversación en inglés. Hemos inaugurado además una sala temática de artes y otra de ciencias», comentó finalmente Candia.
Esta escuela ha recibido en estos últimos años en integración e inclusividad, en convivencia y en relaciones humanas, hemos madurado en este siglo y queremos seguir siendo una alternativa educativa viva, hermosa y resplandeciente para nuestro valle de Aconcagua. Quienes laboramos en Diario El Trabajo hoy queremos expresar nuestro saludo cordial a esta comunidad educativa sanfelipeña, deseándole un feliz aniversario a todos los ex-directores, ex-profesores y ex-alumnos de esta gran familia, así como a la sangre misma de la escuela…sus estudiantes actuales.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl