LOS ANDES.– En un hecho a lo menos extraño se ha transformado para la PDI el asalto y secuestro del taxista de iniciales A.B.O.P., de 30 años, ocurrido la madrugada de este miércoles, toda vez que se trata del mismo chofer que el pasado 12 de noviembre fue asaltado por cuatro colombianos que lo maniataron y abandonaron en su vehículo en la ribera de Río Aconcagua.
El Jefe de la Brigada de Homicidios, Subcomisario Carlos Alegría, manifestó que en la mañana recibieron una denuncia por presunta desgracia hecha por el hermano del conductor del taxi, “por lo que iniciamos un despliegue operativo de diversas unidades de esta prefectura logrando en horas de la mañana ubicar a la víctima en el sector de Auco, estaba en un sitio eriazo, el vehículo estaba abandonado y afortunadamente encontramos a esta persona con vida en el portamaletas, maniatado de sus extremidades superiores e inferiores y también su cabeza estaba embarrilada con una cinta adhesiva”.
Agregó que una vez rescatado fue llevado hasta el Servicio de Urgencia donde se constató que no presentaba ningún tipo de lesión, “continuando posteriormente con las diligencias para ubicar el paradero de él o los autores de este hecho, para lo cual estamos recopilando los antecedentes”.
Precisó también que el taxi fue periciado por personal del Laboratorio de Criminalística de Valparaíso en búsqueda de obtener algunas huellas, “pues se trata de un hecho complejo que por segunda vez se da en nuestra zona en un muy corto período de tiempo”.
Alegría indicó que el taxista fue abordado por estos tres sujetos en una calle del centro de la ciudad, precisando que primero recibió un llamado a su celular solicitándole una carrera y al llegar al punto convenido lo esperaban estos antisociales que lo amenazaron con un arma de fuego y lo secuestran.
“Estamos hablando del mismo taxista que fue secuestrado a principios de noviembre, por lo que estamos trabajando para poder lograr la mayor cantidad de antecedentes e información en relación a este segundo hecho”, afirmó.
El subcomisario recordó que dos de los sujetos de nacionalidad colombiana que participaron del primer secuestro se encuentran en prisión preventiva, no obstante que otros dos no pudieron ser arrestados en esa ocasión y por ello se investiga su vinculación con este segundo hecho, no descartando que pueda tratarse de la misma banda delictual.
Agregó que como línea investigativa se baraja que los asaltantes de este segundo hecho sean también de nacionalidad colombiana y el móvil aún no está del todo establecido, pudiendo incluso tratarse de un ajuste de cuentas, “pero por eso no descartamos ninguna línea investigativa”.
Remarcó que la intención de los secuestradores de embarrilarle la cabeza con cinta adhesiva era precisamente asesinarlo, “y por tratarse de la misma víctima del secuestro anterior hay antecedentes que analizar y situaciones que requieren de estudio criminalístico”.