La tarde del miércoles recién pasado, trece internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de San Felipe, recibieron su certificado de educación básica.La tarde del miércoles recién pasado, trece internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de San Felipe, recibieron su certificado de educación básica.
La tarde del miércoles recién pasado, trece internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de San Felipe, recibieron su certificado de educación básica.
La tarde del miércoles recién pasado, trece internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de San Felipe, recibieron su certificado de educación básica.

La tarde del miércoles recién pasado, trece internos del Centro de Cumplimiento Penitenciario de la comuna de San Felipe, recibieron su certificado de educación básica. De la actividad, participaron el Alcalde (S) Jorge Jara Catalán, el Director Provincial de Educación Alejandro Tapia, el representante de la Daem William Galaz, autoridades de Gendarmería y una gran cantidad de familiares de los presos.
Las promociones estaban a cargo de los docentes Luis Silva, director del establecimiento y Ricardo Díaz, profesor de educación general básica, profesionales que diariamente realizan sus labores al interior del recinto penal, logrando que la comunidad de internos, lentamente sientan la necesidad de terminar sus estudios, tanto en educación básica como media.
Alejandro Tapia, Director Provincial de Educación, destacó los logros conseguidos por los internos, sosteniendo que «en este mes, estamos acostumbrados a que dentro de las más doscientas escuelas que existen en el valle del Aconcagua, se realizan licenciatura de los diferentes niveles, pero esta ceremonia es particularmente emotiva, porque en la realidad en la que estamos, se siente la falta de una escuela, y el hecho que en este recinto exista el establecimiento, que los profesores hagan un esfuerzo de sacar adelante año tras año a tantos internos que buscan una nueva oportunidad, lo encuentro una gran hazaña, acompañado de sus familiares, por lo que es una experiencia muy motivadora, justificándose plenamente su permanencia, lo que requiere del apoyo de todos nosotros», sostuvo.
Ricardo Díaz Rodríguez se refirió a la experiencia de desarrollar su labor en este establecimiento, señalando que «realizamos un trabajo planificado que aborda el nivel uno, donde los alumnos regularizan sus estudios desde primero a cuarto básico, el segundo nivel que corresponde a quinto y sexto básico, y el nivel tres que reúne a quienes cursan séptimo y octavo básico, y para mí la experiencia es nueva, pero en los cuatro años que llevo ejerciendo la docencia en esta escuela, es tremendamente gratificante, porque se entiende la gran cantidad de prejuicios que se erigen en torno a este mundo, pero una vez en el interior, cuando se conoce la realidad penal, la visión cambia radicalmente, lo que me deja muy contento por el hecho de trabajar con personas adultas, además que esta unidad está dentro de las consideradas modelo, por lo tanto la población penal no es de alta peligrosidad, teniendo en mi caso, cursos que a veces llegan a los 25 alumnos».

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