Fue a eso del mediodía del pasado lunes cuando Luisa Galdámez López recibió un llamado directamente a su teléfono celular, en el cual una voz desconocida -según asegura la propia afectada- le acusaba de haber sustraído $10.000 que se encontraban en el módulo de atención del Centro de Diagnóstico San Felipe, lugar donde la denunciante había concurrido minutos antes para el cambio de horas de atención médica.
Según asegura la mujer, el inoportuno llamado telefónico se realizó desde ese establecimiento por una funcionaria administrativa que ya fue identificada, justo en los instantes en que la hasta entonces ‘sospechosa’ se encontraba en un local frente al centro de diagnóstico realizando un trámite. Luisa Galdámez agregó que vía telefónica, una voz femenina le ordenó que se hiciera presente en el establecimiento y devolviera el dinero que supuestamente había hurtado desde el módulo de atención.
Luisa, visiblemente afectada, señaló a Diario El Trabajo haberse sentido totalmente humillada por el centro médico tras esta grave acusación que significa un delito, por lo que decidió tras recibir el llamado telefónico, concurrir de inmediato hasta el establecimiento para aclarar la situación y asegurar su absoluta inocencia.
La mujer aseveró que tras su llegada al módulo de atención, exigió claras explicaciones y que la responsable ofreciera al menos una disculpa por el grave incidente, pese a que hasta ese entonces nadie individualizaba a la persona que había realizado el llamado telefónico, por lo que Luisa requirió entrevistarse directamente con la Directora Técnico del Centro de Diagnóstico, Mirna Amar Amar.
Galdámez subrayó que la profesional antes mencionada nunca reconoció el error del llamado, generándose de esta forma una discusión tras insistir en las disculpas directas de la funcionaria autora del llamado, luego de comprobarse desde la misma dirección del centro médico que el dinero ¡jamás había sido hurtado! desde el módulo de atención.
CRUEL HUMILLACIÓN
«Yo empecé a llorar, perdí tiempo cuando me trataron así, a mí me dio vergüenza, esto lo hago público para que no le pase a otra persona que se vaya a atender allá, porque ¿quién es ella para acusar de un caso así?. Esta funcionaria nunca reconoció el error tratando de ladrona a alguien injustamente. La señora Mirna Amar avala las mentiras de una funcionaria para hacerle daño, porque lo que hicieron conmigo no se lo doy a nadie, me sentí humillada y no descarto iniciar acciones legales, porque soy una persona honorable», narró a Diario El Trabajo Luisa Galdámez.
Por el otro lado de la moneda, la directora del centro médico ubicado en calle Prat 632 en San Felipe, Mirna Amar, salió al paso del incidente, aclarando a Diario El Trabajo que el dinero efectivamente sí se había extraviado desde el mesón y habría caído al suelo, cuya funcionaria lo tenía a su cargo para la compra de un equipo celular para realizar la recepción de llamadas.
RECHAZA DISCULPAS
Aunque el dinero en minutos apareció, el error fue reconocido por la cuestionada funcionaria Verónica Muñoz, quien se desempeña por más de 25 años en ese centro médico, pero sólo ante la directora, quien destacó que a la afectada se le consultó de buenas maneras si había tomado el dinero y que en ningún momento se le tildó de ‘ladrona’, aseguró Mirna Amar.
«Yo creo que la funcionaria se equivocó, fue un error haberla llamado, yo le ofrecí mis disculpas a la afectada, porque en realidad los $10.000 los tenía otra funcionaria. Le dije: ‘Le pido perdón por la rabia que usted pasó’, pero ella no aceptó mis disculpas. A la funcionaria le recalqué que esos problemas de dineros los manejo yo, porque soy la directora técnica de este centro, por lo tanto yo sabré cómo tomar las decisiones. Esa llamada nunca se debió haber hecho por una suposición», subrayó Mirna Amar.
Por su parte Luisa Galdámez, vecina residente en la comuna de Santa María y madre de dos hijas, precisó que no aceptó las disculpas de la dirección del centro médico, toda vez que la autora del llamado era quien debía haber reconocido el error delante de ella y ofrecer las disculpas hacia su persona como paciente del establecimiento, y no como procedió la Directora Mirna Amar Amar en interceder sobre la funcionaria Verónica Muñoz.
Pablo Salinas Saldías