Impacto causó entre los vecinos del sector de la Villa Las Acacias, la muerte de una mujer de 39 años de edad identificada como Mónica Maritza Mellado Lemifil, quien aparentemente debido a un severo cuadro depresivo decidió terminar con su vida al interior de su vivienda ubicada en Pasaje Juan XXIII de la mencionada villa en San Felipe.
El cuerpo sin vida fue hallado por sus familiares en horas de la tarde del pasado viernes, luego de que lamentablemente Mónica decidiera atar un cable coaxial a una de las vigas del techo de la cocina para ahorcarse.
Hasta el sitio del suceso se apersonaron oficiales de la Brigada de Homicidios de Los Andes, quienes confirmaron el deceso de la mujer, descartando la intervención de terceras personas.
«Se concurre al sitio del suceso, se hace un examen externo del cuerpo y se establece que conforme a lo observado no habría intervención de terceros, fallece por la vía del ahorcamiento utilizando un cable coaxial que había atado a una viga de la cocina», así lo afirmó el Subcomisario de Investigaciones, Carlos Alegría.
El oficial agregó que dentro de las pericias realizadas dentro de la vivienda no se encontró ninguna carta tras la fatal decisión. Sin embargo según sus familiares, la occisa presentaba cuadros depresivos con diversos estados de angustia.
El cuerpo de Mónica Mellado fue remitido hasta el Servicio Médico Legal para la correspondiente autopsia de rigor, a fin de precisar la causa exacta del fallecimiento. Posteriormente los restos fueron entregados a sus familiares para despedirla en su eterno descanso.
No soportó la muerte de su hija
Luego que hace casi dos años debiera sepultar a su pequeña hija de 15 años, Catalina Pichón, menor que nació con parálisis cerebral y quien toda su existencia la vivió postrada en una cama o silla de ruedas, su madre Mónica Mellado no logró superar el cuadro depresivo en el que se hundió a raíz de su pérdida.
Siendo también que un grupo de trabajadores de Codelco Andina le habían donado una silla especial para que su niña la usara; luego también que falleciera la menor y los donantes de ese bien aprobaran que ella la ponga en venta, hoy Doña Mónica anunció que esa silla especial estaba en venta, pues ella y su hijo de seis añitos estaban en apuros y necesitaba salir adelante, pagar las cuentas y comprar útiles para el año escolar de su pequeño.
El 26 de febrero en Diario El Trabajo publicamos su historia, las semanas pasaron y muy pocas personas le prestaron atención a su cuadro depresivo.
Pablo Salinas Saldías