La víctima, aburrida de los robos, toma una correa y golpea al delincuente para humillarlo ante las miradas de los transeúntes, muchos de los cuales aplaudían la medida.
La víctima, aburrida de los robos, toma una correa y golpea al delincuente para humillarlo ante las miradas de los transeúntes, muchos de los cuales aplaudían la medida.