NO LO LOGRARON.- Pese a que el personal médico hizo todo lo posible para estabilizar a los dos guagüitas nacidas unidas por su tórax y quienes compartían su corazón e hígado, finalmente fallecieron 20 minutos después de nacer. (Foto referencial sólo con fines ilustrativos)

NO LO LOGRARON.- Pese a que el personal médico hizo todo lo posible para estabilizar a los dos guagüitas nacidas unidas por su tórax y quienes compartían su corazón e hígado, finalmente fallecieron 20 minutos después de nacer. (Foto referencial sólo con fines ilustrativos)

Una vecina de Villa San Camilo, quien tiene dos mellizos de 20 años, hombre y mujer, se ilusionó por meses cuando hace un tiempo supo que sería madre nuevamente. Su alegría se duplicó poco tiempo después, cuando el médico particular que le atendía detectó que no se trataba de una sola criatura la que crecía en su vientre, sino de dos. Luego de confirmar que efectivamente se trataba de gemelas, la madre, Elisabeth Contreras Godoy, simplemente empezó a soñar con el nuevo desafío de ser nuevamente madre de otros gemelos.

ERAN SIEMESAS
Fue en uno de estos chequeos de rutina cuando el médico de Elisabeth descubrió de manera preocupante, que las dos niñas eran siamesas, ya que estaban unidas entre sí por el tórax, compartiendo un solo corazón y un único hígado, sentenciando así el parto a una peligrosa experiencia para las tres personas.
El galeno, tras realizar las pruebas de rigor, remitió recientemente a su paciente a Ginecología del Hospital San Camilo, en donde de inmediato se le brindó la atención requerida, pues la complejidad de este embarazo también ponía en peligro la vida de la madre.
Fue así como durante dos martes consecutivos se le atendió en el hospital sanfelipeño, siendo este último martes la fecha en que Elisabeth no llegó a la cita del San Camilo, pues fue atendida en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, en donde se le dio toda la atención que ameritaba.

EL DESENLACE
Diario El Trabajo pudo hablar con un familiar cercano a Elisabeth, quien solicitó no ser identificada.
– ¿Cómo está la salud de la madre tras este parto?
Ella (Elisabeth) está bien, las niñas nacieron vivas y por cesárea, fue una experiencia agobiante para ella también.
– ¿Estaba muy ilusionada Elisabeth con estas guaguas?
Claro que Elisabeth estaba ilusionada con las niñas, pero también había asumido una eventual pérdida de alguna o de ambas guaguas.
– ¿Qué pasó con las nenitas finalmente?
Las niñas nacieron vivas, los médicos debieron supongo yo, emplearse a fondo para estabilizarlas, sin embargo las niñas fallecieron 20 minutos después de nacer. Llegaron a este mundo hoy (ayer) en la mañana.
– ¿Sabe usted qué pudo salir mal con estas pequeñas?
Lo que tenemos entendido toda la familia, es que las niñas compartían su corazón y el hígado, algo muy, pero muy complicado. Sé que hay casos en los que estas personitas llegan a crecer e inclusive llegar a una edad adulta, en este caso las cosas fueron distintas lamentablemente.

HAY ESPERANZA
Esta es una de las historias en las que, como medio de comunicación, nos duele informarlas, puesto que todo nacimiento, sea como sea, siempre será bienvenido con cariño y mucha esperanza en las personitas que nos regala Dios, en este caso todos quienes laboramos en Diario El Trabajo solidarizamos con esta familia sanfelipeña, esperando que pronto se puedan escuchar risas infantiles en la casa de esta madre, bien sean de otros hijos suyos, o de nietos regalones.
Roberto González Short
rgonzalez@eltrabajo.cl

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Una vecina de Villa San Camilo, quien tiene dos mellizos de 20 años, hombre y mujer, se ilusionó por meses cuando hace un tiempo supo que sería madre nuevamente. Su alegría se duplicó poco tiempo después, cuando el médico particular que le atendía detectó que no se trataba de...