Diversos grupos ecologistas de todo el Valle de Aconcagua tuvieron audiencia con la Comisión de Medio Ambiente en la fase final de las discusiones por la nueva ley de protección de los glaciares.Diversos grupos ecologistas de todo el Valle de Aconcagua tuvieron audiencia con la Comisión de Medio Ambiente en la fase final de las discusiones por la nueva ley de protección de los glaciares.
Diversos grupos ecologistas de todo el Valle de Aconcagua tuvieron audiencia con la Comisión de Medio Ambiente en la fase final de las discusiones por la nueva ley de protección de los glaciares.
Diversos grupos ecologistas de todo el Valle de Aconcagua tuvieron audiencia con la Comisión de Medio Ambiente en la fase final de las discusiones por la nueva ley de protección de los glaciares.

Personeros y líderes ecologistas de Putaendo, San Felipe, Santa María, San Esteban y Llay Llay, tuvieron audiencia el miércoles con la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara Baja quienes discuten, en su fase final, la nueva ley de protección de los glaciares. Es así, al ser recibidos en la comisión de los honorables, se procedió a leer una carta en donde se hace énfasis a la poca participación de las comunidades aledañas de los sistemas glaciares en la consulta ciudadana sobre la ley. Por otra parte se les hizo hincapié en la suma importancia de considerar a los glaciares como ecosistemas que involucran mucho más que el hielo superficial, sino que también el permafrost y el gran entorno que los rodea. Roberto Mercado Aced, uno de los activistas del movimiento Salvemos el Agua de Jahuel, manifestó ante la comisión la importancia de proteger las fuentes del agua dulce que son el respaldo de un futuro prometedor en la agricultura: “sabemos que quienes más amagan a los glaciares son las actividades mineras y la actividad minera y el cobre tienen una muerte anunciada con la industrialización del Grafeno. Pero una vez más el estado ha fallado en estos últimos 45 años en crear una industria alternativa y substituta ante la posible decadencia en las ganancias del cobre, repitiendo el grave error de la época del auge del salitre. Por otra parte, se juega con destruir la única alternativa futurista de actividad económica importante que es la agricultura, debido a la fuerte presión de demanda alimenticia de los países de oriente. El Valle del Aconcagua apuesta y tiene su futuro en la agricultura, sin embargo destruyendo las fuentes de su agua dulce se pone en jaque esta posibilidad”.

Gracias a gestiones de diputados y la presión que hicieron en la recepción del Congreso, pudieron entrar y participar de la comisión que sesionaba en aquel momento.
Gracias a gestiones de diputados y la presión que hicieron en la recepción del Congreso, pudieron entrar y participar de la comisión que sesionaba en aquel momento.

Para Katty Galaz, coordinadora del grupo ecologista Raíces de Aconcagua, organizadora de la visita a la comisión, y en la defensa de los glaciares, era absolutamente necesario entregar la carta que había sido firmada por 40 organizaciones ecologistas de todo Chile: “Nosotros no sentimos haber sido tomados en cuenta con la moción que se presentó ante la ley de protección de los glaciares. En este proceso de llegar a los parlamentarios al principio no nos tomaron en cuenta, enviamos solicitud de asistir a la comisión, pero dijeron que estaba cerrada la fase de consultas, estamos casi hace un año y medio intentando que nos recibieran y gracias a la gestión de la Diputada Vallejo, Diputada Girardi y del Diputado Rodrigo González pudimos asistir en el día de hoy, y aun así no nos querían recibir. Si no es por la presión que hicimos en la recepción del Congreso, simplemente no hubiéramos logrado entrar a la comisión que sesionaba en ese instante”.
Cabe destacar que, si bien hubo tres o cuatro parlamentarios que escucharon atentamente, algunos honorables, prestaron mucho más atención a sus teléfonos celulares durante la audiencia, situación que molestó gravemente a Salvador Vejeas, miembro de la comisión por la defensa del agua, El Viento Clama por Agua de Llay Llay.

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