- Centro de Atención para hijos e hijas de madres temporeras participaron de novedosa iniciativa que pretende aumentar el abanico de actividades que desarrollan durante sus vacaciones.
Un grupo de 30 niños de diferentes edades, disfrutaron lo acogedora que resulta la Alameda O’Higgins, entre Traslaviña y Navarro. Se trata de los pequeños de la Escuela de Verano del Centro de Atención para hijos de madres temporeras, que en conjunto con la Biblioteca Municipal, crearon una instancia de lectura entretenida, cuyo objetivo principal era generar un nuevo espacio de recreación, que se suma a las distintas actividades deportivas que los pequeños realizan durante sus vacaciones.
Macarena Blanca Tapia, encargada de la Biblioteca Pública 126 San Felipe, se mostró feliz de poder concretar la idea de aprovechar un espacio distintivo de la ciudad para incentivar la lectura y argumentó que “nosotros siempre tenemos instancias para hacer fomento lector y yo había visto que esta alameda está muy bonita, bien cuidada y al tratarse de la ex alameda Las Delicias, entonces por qué no disfrutar la delicia de leer al aire libre”, expresó.
En relación a cómo se genera la idea de realizar esta actividad con este grupo de muchachos, Blanca agregó que “surgió el contacto con la encargada de este programa, a través de la Municipalidad de San Felipe, ellos querían visitar la Biblioteca y yo les dije ningún problema, pero lo ideal sería que los libros los llevemos extra muro, que sea más entretenida, más lúdica”, apuntó.
Respecto de cuáles son los sentidos que más desarrollan los niños mediante estas iniciativas, Macarena Blanca afirmó que “hoy se usa mucho el tema de las mandalas para pintar y con eso también podemos incentivar la creatividad, la concentración. Mientras ellos estaban pintando, estaban haciendo arte terapia y además están escuchando la lectura”, describió.
Finalmente, Blanca dejó las puertas abiertas para que las personas, dirigentes u organizaciones comunitarias que quieran llevar niños a la biblioteca, realizar este tipo de actividades o solicitar la visita a alguna población “estamos con toda la disposición del mundo para hacerlo durante este verano”, ratificó la funcionaria.
Celeste Carrasco, Coordinadora de la Escuela de Verano, centro John Kennedy destacó cuál es la relevancia de tener este tipo de actividades, pues según dijo vienen a complementar el trabajo que realizan habitualmente. “Es muy importante desarrollar e impulsar la lectura, tenemos niños bastante chiquititos que están recién empezando a leer, otros que son lectores más avanzados, pero siempre consideramos el hecho de integrar la cultura a nuestras actividades ya que la lectura nos abre las puertas del mundo”, puntualizó.
A su vez, el Director de Desarrollo Comunitario, Dideco, Pablo Silva señaló que con este tipo de instancias se está cumpliendo con una de las solicitudes del alcalde Freire de poder incorporar nuevos espacios y recuperar lugares con actividades provechosas para la comunidad.
“Dada la instancia de trabajo que realizamos en las escuelas de verano para hijos de madres temporeras, surge esta posibilidad de atender a nuestros niños en torno a la motivación por la lectura, la lectura significa imaginación y muchas cosas que queremos recuperar, nuestros niños están totalmente absorbidos por lo visual y la imaginación ha ido quedando de lado, la lectura nos provoca que podamos ir a otros mundos y eso es lo que hemos tratado de hacer con nuestros niños”, narró Silva.
Además el Dideco apuntó que a través de estas actividades se contribuye con un fundamento municipal, que es desarrollar la capacidad de ser buenos vecinos, mejores ciudadanos y sobre todo “entender que la posibilidad que tenemos de recuperar los espacios públicos depende de nosotros”, concluyó.
Cabe destacar que en la Biblioteca Municipal, se desarrollan clases de computación, para niños de entre 9 y 12 años , transformándose en una alternativa entretenida para que los papás puedan dejar a sus hijos en la biblioteca ya sea leyendo o aprendiendo computación.
Por su parte, el Centro de Atención para hijos de madres temporeras, desarrolla actividades tales como: piscinas entretenidas, caminatas, visitas a centros de adultos mayores, béisbol, fútbol, talleres de cocina. Todo con el objetivo que los niños salgan de la rutina diaria y aprovechen bien sus vacaciones, aprendiendo cosas nuevas.