Gonzalo Peña, Director General de Aguas de la Región de Valparaíso.Gonzalo Peña, Director General de Aguas de la Región de Valparaíso.
Gonzalo Peña, Director General de Aguas de la Región de Valparaíso.
Gonzalo Peña, Director General de Aguas de la Región de Valparaíso.
  • Autoridad afirmó que la medida es de carácter preventiva, e históricamente se toma para evitar el desborde de los distintos afluentes y además para favorecer la respectiva mantención, limpieza y eventual revestimiento de éstos.

Desde ayer 15 de mayo y hasta el 15 de septiembre, estará vigente la resolución anual de la Dirección General de Aguas (DGA) de la Región de Valparaíso, de cerrar todas las bocatomas de los canales abastecidos por los distintos afluentes del Valle de Aconcagua, con el fin de poder realizar la mantención respectiva de cada uno de estos caminos hídricos.
Así lo informó, el Director General de Aguas, Gonzalo Peña, quien puntualizó que la resolución involucra directamente a la Junta de Vigilancia del Aconcagua, y tiene un carácter preventivo en tiempo de invierno y corre tanto para el abastecimiento del riego, como para la operación de los embalses, argumentando que “esta es una medida que se toma única y exclusivamente para que los canalistas tengan la oportunidad de efectuar obras de limpieza de los canales, pero quizás también obras de revestimiento”, aseveró.
De acuerdo a lo descrito por Peña, esta resolución surge hace muchos años, a partir de las grandes crecidas de los ríos y se ejecuta además con el objetivo de que los municipios intervengan y ayuden a las distintas agrupaciones de canalistas a realizar la mantención respectiva de las vías de abastecimiento del riego de los distintos predios agrícolas de la región.
“Nosotros hemos preparado como DGA, un plan de Contingencia desde el punto de vista de la fiscalización a esto, ya que, el no cumplimiento de esta resolución, obviamente, infringe lo que es el código de aguas, así que se transforma en una tremenda instancia para que los distintos canalistas puedan limpiar sus canales, evitar los desbordes que comúnmente arrastran basuras y hasta animales y es un problema que afecta a todos los afluentes que salen de algún río”, describió el profesional.
Respecto de los términos prácticos, Peña añadió que la normativa además resguarda el bienestar de los vecinos de las distintas comunas de las provincias de San Felipe y Los Andes, en donde los canales atraviesan sus principales avenidas. De todas formas el DGA, advirtió que eventualmente el organismo puede recibir ciertas solicitudes excepcionales para abrir las compuertas de los canales y advirtió que para situaciones particulares, los regantes deben cumplir con ciertas consideraciones.
“Existe la posibilidad que algunos canalistas deban regar algunos cultivos o incluso para uso industrial, es decir, se cierran todos los canales pero se deja la puerta abierta para que se solicite desde el punto de vista provisional para poder operarlos pero deben cumplir con algunos requisitos”, detalló Peña.
El requerimiento para poder operar los canales ordena que sus usuarios deben instalar un dispositivo que permita medir el caudal del afluente (caudalímetro), en segundo lugar, deben tener personal autorizado y certificado para la operación de bocatomas y finalmente enviar a la DGA un plan de emergencia en caso de posibles crecidas y además dar a conocer los alcances de la cantidad de caudal que estarían utilizando, tanto aguas arriba, como aguas debajo de un determinado tramo.
Según Peña, quienes no cumplan con la medida serán expuestos a las respectivas multas económicas, sanción de prescripción de las directivas y posibles intervenciones del estado a los canales fuera de norma.

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